Desde hace siglos la obediencia se considera una virtud, un valor deseable que los padres inculcan a sus hijos, mientras la desobediencia se denigró a la categoría de pecado o antivalor. Esta concepción está tan arraigada en nuestra mente que nuestra opción por defecto suele ser obedecer. Sin embargo, no podemos ser realmente libres, ni siquiera podemos ser nosotros mismos, sin actos de desobediencia.
¿Qué es la desobediencia – y qué no es?
El término obediencia proviene del latín oboedientia, que indica saber escuchar con atención. Cuando practicamos la escucha atenta comprendemos y analizamos el mensaje, de manera que podemos discernir y decidir si seguimos la instrucción o no. Tenemos libertad. Sin embargo, el sentido original de la obediencia ha mutado con el paso de los siglos, de manera que en la actualidad se entiende como cumplir la voluntad de quien manda. Seguir leyendo La desobediencia como acto de libertad y reafirmación personal, según Erich Fromm