Una colaboración de Linterna Blanca
(Extracto de varios artículos del Dr. José Alvarez Lopez, físico cuántico del instituto de estudios avanzados de Córboba, Argentina)
La física que se estudia hoy día, parte de la ley establecida por Planck sobre la “mecánica cuántica”. Antes de Planck se hacia inadmisible la existencia de sistemas atómicos.
La proposición de Rutherford de un nucleo positivo y alrededor de él rotando partículas negativas (electrones) era inadmisible para la época. La estadística mostraba que un sistema tal era imposible que existiera. La probabilidad de que los electrones cayeran en el nucleo era igual a infinito. Fué precisamente la dificultad estadística que al establecer lineas de circulación electrónica (niveles) quedaba superado el problema de la improbable existencia de sistemas atómicos como constituyentes de la materia.
Los astrónomos se han cuidado de aplicar la mecánica estadística al estudio de la existencia de los sistemas solares. La idea de que cualquier estrella pueda tener un sistema solar está contradicha por el mismo cálculo mencionado, que demuestra que la existencia de un sistema solar es totalmente improbable. De otro modo sería como decir que es un hecho contranatura. Ésta afirmación se basa en las leyes de la estadística, pués para el caso de los sistemas gravitacionales nadie ha enunciado una teoría cuántica que haga factible la probabilidad de su existencia.
En el estado actual de los conocimientos físicos “un sistema solar no puede existir”. La existencia de nuestro sistema solar no es como creen otros astrónomos la garantía de que existan otros. Por el contrario el cálculo reduce a cero la existencia de otros sistemas solares en el Universo.
De acuerdo con esto, nuestro sistema solar sería o bién un aborto de la Naturaleza o un sistema solar artificial. Los astrónomos han explicado multitud de teorías sobre el origen del sistema solar, esforzandose en explicaciones mecánicas naturales, teorias e hipótesis variadas, fracasando en todas ellas, La astronomia actual no tiene explicación lógica para el origen del sistema solar, cuando en la época de Kant y Laplace parecía tan claramente explicado. (Leánse también las teorias de JC Maxwell, RF Moulton, Harold Jeffries, Sir JamesJeans, hasta finalmente L Spitzer de Princeton, que demostró que los gases desprendidos del Sol no se condensarían jamás para formar planetas, sino que se esparcirían como una nube alrededor de él)
¿POR QUÉ SE HA FRENADO EL SOL?
Los científicos vuelven a la vieja nebulosa, sugerido también por la presencia de nebulosas en el cielo. Pero éstas teorias tienen su punto flaco en la imposibilidad de explicar por qué se ha frenado el Sol. En efecto, si el sistema solar, estrella y planetas, hubieran formado parte de una misma nebulosa, el Sol debería girar más deprisa. La estrella Sol tiene un movimiento de rotación de 27 días, pero si tuviera vinculación con la rotación de los planetas debería dar una vuelta cada 9 horas.
El problema técnico se plantea en términos de la mecánica como “momento angular”, que es el producto de la materia por la velocidad de rotación. El cálculo matemático corresponde al 98% del momento angular del sistema solar en los planetas, y solo el 2% corresponde al Sol. De ahí que para salvar la teoría de Kant-Laplace de la nebulosa originaria haya que frenar al Sol. Los astrónomos dieron variadas explicaciones al respecto sin explicar nada finalmente. Para HN Russell las cosas fueron asi: En el principio había dos estrellas (una binaria); el Sol era la mayor y la menor giraba en torno a ella, de pronto aparece una tercera estrella que choca con la menor y sus pedazos vienen a formar los planetas…………..
El cosmólogo Fred Hoyle parte también de una estrella binaria, pero sugiere que una de ellas se fué inflando violentamente como una nova; como resultado de este cataclismo surgió el Sistema Solar.
Un astrónomo ruso(O.J. Schmidt) sugiere que el Sol capturó polvo cósmico que se condensó alrededor de él formando los planetas.
El premio Nobel Harold C. Urey desarrolló una idea parecida a la Schmidt, pero añadiendo que los gases solares barrieron con la materia liviana en el centro del sistema solar, explicando otro misterio del sistema solar: la presencia de núcleos de hierro, como en la Tierra. “Un desprendimiento de la corona solar nunca habría aportado hierro a los planetas”.
A G W Cameron propuso que el Frenado del Sol se debió al escape unilateral de gases.
H L Alfvén-ceador de la moderna magnetohidrodinámica- propuso juntamente con Hoyle, la teoría según la cual el frenado del Sol se debió a acciones magnetohidrodinámicas producidas por gases en movimiento ionizados en los campos magnéticos estelares.
W Sullivan (cuyo libro “No estamos solos”) merece nuestra admiración. El nos da la información sobre diversos puntos de vista sobre el origen del sistema solar. En enero de 1962 se celebró en Riverside Drive (Nueva York) una conferencia convocada por la “NASA Institute for Space Studies”, asistieron los máximos especialistas en la materia. La conclusión final al respecto fué que hasta el momento No hay ninguna teoría libre de objeciones.
Los científicos intentan reprimir esta cuestión de maneras sutiles, siendo un asunto de capital importancia. La mecánica estadística nos sigue informando de que la posibilidad de existencia de un sistema solar es igual a “menos infinito”.
En vista de que no hay ninguna hipótesis de explicación queda el campo abierto a cualquier tipo de explicaciones.
Podemos volver a considerar las ideas del astrónomo ruso Agrest. Según él en zonas cercanas al Oriente Medio se encuentran esparcidas grandes cantidades de “tektitas”: las tektitas son “vidrios” cuya existencia en un cinturón cercando los trópicos no ha tenido ninguna explicación científica. Urey sugirió que eran trozos fundidos llegados de la Luna por el impacto de meteoritos. En general se las considera de origen extraterrestre.
Agrest hace una observación más: las tektitas de Oriente Medio tienen entre sus constituyentes un ” isótopo del berilo ” que no se conoce en la Naturaleza y cuyo único origen tiene que ser en una explosión nuclear. La “fusión” en la pila atómica y en la bomba atómica lleva a la formación de estos isótopos del berilo que se encuentran en dichas tektitas.
Por otra parte, encuentra Agrest sumamente curiosa esa especie de montañas artificiales del Líbano- las llamadas plataformas de Baalbeck- que dadas las enormes dimensiones de sus bloques serían el producto de una avanzada tecnología antigua. En su rompecabezas, Agrest introduce otras piezas maestras surgidas de tradiciones bíblicas y babilónicas. Encuentra sugerente que se avisara a Lot de que su ciudad iba a ser destruida por “fuego venido del cielo”, su mujer no hizo caso del consejo de no mirar al lugar de tal explosión….Con todo ello queda la conclusión de una antiquísima aventura de carácter atómico.
Hay una objeción a la teoría de Agrest: si realmente fueron viajeros del Espacio quienes instalaron esas plataformas, no fueron en ninguna medida para vehículos espaciales, ningún cohete o nave necesita semejante espacio para despegar. Muy distinta es la situación si pensamos que lo que vemos en Baalbeck fué el punto de apoyo de los reactores que corrigieron la órbita terrestre….. En tal caso tendríamos pruebas de una actuación prehistórica de alto carácter tecnológico, que explicaría entre otras cosas los cambios climáticos en otras épocas de la Tierra, la partición de los continentes, y su actual deriva (Wegener), y la misteriosa estructura “canónica” y “decimal” del Sistema Solar.
La presencia de una “unidad de medida” en la estructuración del sistema solar es otro elemento para decidir a favor de la probabilidad de la hipótesis de Agrest……..
Con todo esto hemos venido a plantear una antítesis “copernicana”- como diría Kant – a las hipótesis sobre el origen del sistema solar, pues hasta ahora todos los autores han tratado de explicar como se frenó el sol y ninguno, por una sorprendente coincidencia, ha querido explicar como se aceleraron los planetas. Esta última proposición es científicamente tan importante como la primera, pero en lugar de desarrollar alguna ingeniosa hipótesis que nos explique por medios naturales como se aceleraron los planetas, nos contentaremos con el mas cómodo expediente de pensar que fueron acelerados artificialmente. De todo ello resultaría que la acción de la inteligencia en el Cosmos ha ido mas allá de lo que acostumbramos a sospechar y que nuestro Sistema Solar es un producto del remodelamiento intelectual por los Exocogitantes, (Extraterrestres, extrahumanos,…….etc).
(Continuará)