Napoleón dijo: “nada es más difícil y, por tanto, más preciado, que la habilidad de saber tomar decisiones”. Y la verdad es que no andaba desacertado. Tomar decisiones es complicado pero a la misma vez fundamental. Por eso quiero traer a colación una estrategia muy conveniente que te ayudará a tomar esas decisiones importantes: la técnica de la brújula.
Las cinco preguntas esenciales
La técnica de la brújula en realidad es muy sencilla y se basa en cinco preguntas fundamentales, preguntas que deberías plantearte cada vez que necesites tomar una decisión importante. Eso sí, sería de gran utilidad que escribieses todo en un papel, a veces poner las cosas en blanco y negro es de gran ayuda.
1. ¿De dónde vienes? No se refiere a tu ciudad de origen sino a tus circunstancias. Es decir, cuál es tu formación, cuáles son tus orígenes, cuáles son los eventos más significativos de tu vida que te han llevado a ese punto en el camino. Es como recrear tu vida en pocos eventos o decisiones, los que verdaderamente han marcado tu rumbo.
2. ¿Qué es verdaderamente importante para ti? Escribe cuatro cosas a las que no podrías renunciar en tu vida, sin los cuales tu existencia no volvería a ser igual. Estos son tus cuatro puntos cardinales.
3. ¿Quiénes cuentan realmente en tu vida? Se refiere a las personas que pueden influenciar realmente tus decisiones, esa gente a la que escuchas y en las cuales confías.
4. ¿Qué te detiene? De seguro no has tomado una decisión porque hay algo que te da miedo, algún obstáculo o persona que te mantiene bloqueado en tu situación actual. Escribe todos esos problemas que te detienen.
5. ¿Qué te motiva? De la misma forma, deben existir aspectos de la nueva situación que te motivan, que te resultan atractivos. Escríbelos.
Las seis vías de acción
Una vez que has clarificado las cosas realmente importantes de tu vida y que conoces los obstáculos y los aspectos que te motivan, ha llegado el momento de tomar una decisión. En este sentido, la técnica de la brújula nos plantea seis vías de acción.
1. La vía que te fascina. ¿Cuál es la decisión que más te subyuga, la que te fascina completamente? Si en el pasado has seguido tu instinto y has tenido éxito, si te encanta experimentar nuevas experiencias y si las personas significativas para ti te sostienen; entonces existen grandes probabilidades de que está sea la vía más adecuada.
2. La vía que siempre has soñado. A veces esta vía no es la más sencilla pero es la que se corresponde con tus aspiraciones, sistema de valores y creencias. Si la vas a elegir, necesitarás tener una motivación muy sólida ya que a menudo demandará sacrificios.
3. La vía racional. ¿Qué te sugieren las personas en las que confías, esas que normalmente toman decisiones cautelosas y lógicas? Si para ti es importante la seguridad y quieres reducir el nivel de riesgo, esta es la solución mejor.
4. La vía conocida. Si eres una persona apegada a las costumbres y los hábitos son importantes para ti, quizás seguir por un camino conocido sea la mejor opción. Eso sí, aportando los cambios necesarios.
5. La vía desconocida. Si cada día que transcurres en una dirección es sofocante, angustioso y desgastante, probablemente necesitarás emprender una vía desconocida. Después de todo, ¡no puede haber nada peor de lo que estás viviendo!
6. La vía del retorno. A veces la solución no está en seguir adelante sino en volver atrás y rediseñar nuestros objetivos y metas. Solo saldando las cuentas con el pasado podemos continuar adelante.
Aunque la técnica de la brújula hace referencia a tomar un solo camino, en verdad a veces algunas de estas vías se yuxtaponen. Por ejemplo, puede ser que la vía que te fascine también sea un camino desconocido o que primero necesites emprender la vía del retorno para después continuar adelante. Lo verdaderamente interesante de la técnica de la brújula es que te permite poner en blanco y negro todos los aspectos importantes para tomar una decisión. Después, obviamente, todo quedará en tus manos.