Bajo el hielo que cubre la Antártida existen una gran cantidad de incógnitas científicas. Decenas de lagos de agua dulce sin una conexión directa con el océano pueblan el sexto continente y todavía es un enigma saber cómo se mueve el agua en su interior y la dinámica del hielo bajo la superficie helada.
Ahora el satélite CryoSat de la Agencia Estatal Europea (ESA), tras el drenaje de un lago (según creen los investigadores), ha detectado y mapeado en 3D un enorme cráter situado unos 3 kilómetros por debajo del continente. Los sensores de CryoSat que le permiten tomar datos incluso en la oscuridad y con el cielo cubierto de nubes, junto con los datos más antiguos del satélite ICESat de la NASA han permitido obtener esta valiosa información sobre el continente más desconocido e inhóspito de todos.