El director de la Autoridad Nacional de Regulación Nuclear japonesa, Shinji Kinjo, ha reconocido este lunes que el agua radiactiva contaminada por los reactores de la central nuclear de Fukushima-1 está probablemente filtrándose hacia el marpese a las medidas adoptadas, lo que supone una situación de «emergencia» que la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), responsable de la gestión de la planta, no está afrontando adecuadamente.
«Ahora mismo tenemos una situación de emergencia», ha afirmado Kinjo en declaraciones a la agencia de noticias Reuters, al tiempo que ha reconocido que hay «unaposibilidad bastante alta» de que el agua radiactiva subterránea se haya filtrado por encima de la barrera química que están levantando los técnicos.
El agua contaminada almacenada bajo la central nuclear de Fukushima-1 se estaría filtrando hacia el mar a niveles de hasta 1 metro bajo la superficie terrestre, muy por encima de la barrera química que están levantando los técnicos para impedir filtraciones y que sólo es efectiva a partir de 1,8 metros a partir de la superficie, según reveló este fin de semana el diario japonés ‘Asahi’.
Kinjo ha señalado que esta barrera química sólo estaría retrasando el vertido de agua radiactiva en el mar, un problema que sólo irá a más, ha argumentado.
Se estima que diariamente unas 400 toneladas de aguas subterráneas entran en contacto con el agua radiactiva utilizada para enfriar los reactores de la central nuclear. Tepco espera tener listo para finales de este mismo mes un sistema de bombeo para extraer el agua contaminada.
La compañía cree que sería necesario bombear unas 100 toneladas de agua diarias para evitar vertidos al océano, pero la propia compañía reconoce que no saben dónde podrían almacenar este agua, ya que más del 85 por ciento de la capacidad de almacenaje de la central, estimada en 380.000 toneladas, está ya cubierta.