domi ¿De qué fuente bebió «THE FOURTH KIND»?

En 1987 las librerías tenían una nueva cara en sus estantes. En el televisor, aún faltaban 2 años para el estreno de «The Simpson», pero el personaje que ocupaba las portadas de esta obra parecía anticiparse a este programa por el color amarillento de su piel.
Su rostro, con una expresión sin emoción, boca como una mera hendidura al igual que los orificios nasales, eran opacados por la desproporción de unos enormes ojos almendrados negros que podrían reflejar la peor de nuestras pesadillas.
Su título «Comunión», novela catalogada como de no ficción en que se narra en primera persona la experiencia de su autor, Whitley Strieber; un escritor de mediano éxito que tuvo su cllimax cuando varias de sus obras fueron llevadas a la pantalla grande, entre ellas una memorable titulada «El Ansia» (The Hunger, 1983), en la que intervinieron el mítico David Bowie en uno de sus mejores papeles, y la eterna diva del cine francés Catherine Deneuve; acompañados por Susan Sarandon. La otra «The Wolfen» (1978), que explotaba los más oscuros temores humanos con el viejo mito del hombre lobo. Tanto «The Hunger» como «The Wolfen», intentaron revivir el viejo mito de los monstruos convertidos en clásicos de la Universal Pictures, Vampiros y Hombres Lobo. Sus novelas, obviamente ejercieron una gran influencia en la manera de ver a estos demonios de la noche, y tal vez, colocarlos entre los humanos, contribuyó a la evolución que sufrieron en la nueva saga «underground» iniciada con «Underworld» en 2003, y que puso punto final al viejo concepto romántico del Conde transilvano para dar pie a dos razas guerreras en pugna. Cosa que Stephen King nunca logró con el arquetipo de «El Mago de Oz» que imprime en todas sus novelas.
En 1987, el tercer éxito de este novelista transformaba de igual manera otro de los viejos temores humanos de la época moderna, «Visitantes Nocturnos o Visitantes de Dormitorio«, introduciendo el concepto de «recuerdo pantalla», popularizado por Budd Hopkins. Obviamente, esta nueva «visión» transformó el viejo concepto que se tenía de estos seres relacionados con el mundo del espacio exterior, explotado ya por la televisión en 1975 de manera más «real» con el bodrio llamado «The UFO Incident«, historia que narra el rapto de Betty y Barney Hill ocurrido en 1961 y que se basa en el libro de John G. Fuller titulado » The Interrupted Journey: 2 Lost Hours ‘Aboard a Flying Saucer’ » (1966) quem, a su vez, bebe de las notas del Dr. Benjamin Simon, siquiatra que trató al matrimonio Hill, y para quien la historia de Betty era un producto de su exagerada imaginación.
Los extraterrestres abductores sufrieron una drámática transformación entre el caso Hill y «Comunión» (1987), siendo bastante notorio para los que recordamos los bocetos de Betty, los fotogramas de la película de 1975 y la portada del libro de Strieber.
Mientras que en el relato de los Hill, los alienígenos tenían «ojos extraños», aún eran muy humanos, pues tenían pupilas. En la película de 1975 los ojos, a pesar de conservar la pupila, esta era muy grande, casi abarcando por completo la esclerótica; pero se empieza a ver una marcada tendencia a dibujarlos almendrados, aunque de forma horizontal. No es sino hasta la publicación de «Comunión» cuando en su portada vemos un alien totalmente diferente, con piel amarilla, perfil afilado y ojos totalmente negros, almendrados, pero con disposición oblicua. Esta nueva representación está basada en datos proporcionados por Budd Hopkins a Ted Jacobs, artista de la imagen del libro de Strieber y que se desprende de las descripciones dadas por los protagonistas de casos de abducción que atendía. Hopkins también asesoró a Strieber.

Boceto de los Hill (1961).

Alien de la Pelicua «The Ufo Incident» (1975).
Alien del artista Ted Jacobs para «Comunión» (1987) de Whitley Strieber.
El concepto de «recuerdo pantalla» se refiere a una imagen que supuestamente coloca nuestro cerebro para no recordar una experiencia traumática; en este caso la experiencia de abducción, cosa que no sucedió con los Hill, y que no se había mencionado hasta la obra de Strieber, que según parece, es su creador según él mismo nos cuenta cuando avanzamos en la lectura de su obra, pues el libro narra su propia y supuesta experiencia de abducción. Aquí algunos fragmentos relacionados:
«En la mañana del 27, me desperté como siempre, pero con una intensa sensación de inquietud y el recuerdo sumamente improbable, pero muy claro de que una lechuza de campanario me había observado a través de la ventana en algún momento de la noche».
«Posteriormente descubrí que los recuerdo de animales en lugares extraños sirven con regularidad para bloquear la experiencia. Una joven regresó al lugar donde estuvo comiendo con otras personas, en un bosque de Francia, y les contó sobre la aparición de un hermoso venado. Sin embargo, tenía sangre en la blusa y una extraña cicatriz recta que no pudo explicar. Transcurrieron diez años antes de que recordara algo acerca de su verdadera experiencia en el bosque, y hubiera muerto sin hablar del recuerdo si la experiencia de otro encuentro con los visitantes no la hubiera hecho dudar acerca de su verdadero significado. Otro hombre se alejó del sitio de su experiencia con la idea de que sólo había visto saltar a un grupo de conejos alrededor de su coche».
«Como lo de mi lechuza de campanario, estos relatos seguramente no parecieron ser más que caprichos, pero ocultaron unas experiencias reales imposibles de aceptar; tan increíbles, de hecho, que el simple ocultamiento resultó difícil para ellos, como lo ha sido para otros y lo sería para cualquiera». (Pags. 34-35).
«La comprensión de que el recuerdo de la lechuza no correspondía a la realidad me turbó en alto grado. Me di cuenta de que algo me había pasado. El problema era que no entendía la razón».
«No sabía que la lechuza y la luz eran recuerdo protectores que debían ocultar una experiencia traumática. Tal como Freud lo describe, un recuerdo protector es un método empleado por la mente para protegerse de las cosas demasiado perturbadoras». (Pags. 36 y 37).
«Comunión, Una Historia Verdadera», por Whitley Strieber, 1987.
Primera Edición.
Editorial Diana, S. A. De C. V. 1989.
Mas tarde, el propio Budd Kopkins nos maravillaría con sus relatos de contactados en el libro INTRUDERS (1987), que también sería llevado a la pantalla chica en 1992 en un film con una duración de 161 minutos.
En esta película se introduce el concepto de abucción generacional y recurrente, donde se lanza la afirmación «Si tu madre fue abducida, es casi seguro que también tu lo seas», comenzando los ejercicios mentales para supuesto experimentos genéticos con humanos para mejorar su raza en decadencia; concepto ya esbozado en los 80’s por Paul Bennewitz con sus aseveraciones conspiranoicas sobre la supuesta Base de Dulce, que fueron recogidas en la investigación de conspiración de Danny Casolaro. Bennewitz nunca presentó evidencia confiable alguna, sólo esquemas, pero aún así pasó al acervo ufológico popular como otro punto folklorico del tema, cobrando vida propia, tanto así, que el ufólogo William Moore, en el congreso anual de 1989 de las Vegas organizado por MUFON, aseguró que él y otros habían sido parte una larga campaña de desinformación para desacreditar a Bennewitz.
Declaraciones fuertes ayudan a mantener vivio el misterio, pues esta declaración, a pesar de ser negativa, daba peso a la historia de Bennewitz, pues si su historia era falsa, ¿Para qué desacreditarlo?.Ah!! bendita ufología.
En años más recientes, 2004 para ser exactos, Steven Spielberg nos presenta un concepto muy pulido sobre la naturaleza e intensiones de los extraterrestres. Retoma el concepto de las luces de Strieber, pero le añade un duce toque Hollywoodense al transformarlas en una enorme nave alienígena, concepto ya utilizado de forma inocente en 1977 con «The Close Encounter Of The Third Kind». Esta nueva película, presentada como una miniserie de 10 episodios con la duración de una película cada uno, se llamó «Taken», y narra la relación de 3 familias a traves de 4 generaciones con 60 años de historia y su conexión por medio de abducciones generacionales. Obviamente, Spielberg estudió a conciencia. Rediseña los implantes y les da vida propia, pues en 1989 sólo era un bloque metálico que se activaba con el calor corporal. En la ufología de la vida real, su composición es desconocida y algunos los sitúan entre metales y cristales. Hay para todos los gustos.
Como podemos ver, «The Fourth Kind» es el siguiente paso lógico en la evolución del tema de la abducción para la pantalla grande, pero con los recusos de una industria que sólo busca réditos por medio del entretenimiento puro y llano y recurriendo a las nuevas técnicas de mercadeo puestas en marcha por la internet y «The Blair Witch Project».
La existencia de la Dra. Abigail Emily Tyler no puede ser corroborada, así como tampoco su trabajo que curiosamente ha salido a los medios públicos a raíz de la presentación cinematográfica del supuesto caso. Esto es muy extraño cuando sabemos que en la ufología actual, tan pronto aparece una luz en Haití, un Alien-vegetal en Perú o una vaca voladora en Argentina, toda la comunidad se entera y se llenan blogs y portales con las notas. ¿Porqué un caso tan sensacional no se había hecho público?.
Tal vez nuestros amigos de la conspiración tengan la respuesta, pero mientras sean peras o manzanas, este filme ya ha sembrado la duda que, en un medio como el actual, es suficiente para gastar miles de litros de tinta. Al fin de cuentas, como dice Milla Jovovich en la introducción del filme: «Finalmente Usted Decide Creer o No»; fomentando así la idea de que la ufología actual es cuestión de creencia y no de investigación.
Hay dos frases excelentes que leí en un blog de cine que me gustaría dejar, pues quedan perfectas como epílogo:
«Me gusta el entretenimiento de masas. Yo mismo he escrito entretenimiento de masas. Pero es lo contrario del arte, porque la función del entretenimiento de masas es seducir y adular a los consumidores, para transmitirles la idea de que aquello que consideran cierto es realmente cierto, y que sus gustos y su gratificación inmediata son la máxima prioridad para el proveedor. La función del artista, por el contrario, es decir: ¡Un momento! Al contrario, todo lo que habíamos pensado es incorrecto. Debemos revisarlo.»
David Mamet.
«Por muy experimental, tanto de estilo como de temática, que sea una novela (o una película), siempre será un medio de evasión. Pero existen evasiones distintas. Una puede ser la de contemplar un paisaje sin más finalidad que la de recrearse con sus bellezas naturales, dejando vacía la mente; y otra, bien distinta, la de servirse de ese paisaje para enriquecer la mente por medio de la reflexión sobre su belleza.»
Juan José Plans.

http://meditacionesdeunfumador.blogspot.com.es/search/label/abducciones

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