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Nadie
Un Ángel llegó a mi vida…
Y Él nunca se fue,
solo que aparecía con diferentes rostros y formas…
miradas y gestos.
El guiño del Padre/Madre en cada rincón
me decía:
“Te Amo.
Estoy contigo… por Siempre…
Eternamente”.
Soy quién te cuida en Silencio…
Aunque tú no lo sepas,
velo por ti noche y día.
Y, en los momentos de olvido,
arropo tu alma en un abrazo sin fin… sin nombre ni rostro.
Podrás verme en el pájaro de la mañana,
en su dulce melodía que asoma a tu ventana cada nuevo amanecer.
Vivo en las gotas de lluvia que, cálidas,
acarician tu rostro en los días nublados.
Te bendigo y limpio tus heridas en las tormentas oscuras del alma…
para recordarte que no hay dolor verdadero…
Estoy en el rayo de Sol que calienta tu corazón y bendice tu alma.
Te escucho atento en el Silencio de la noche…
cuando todo reposa en calma… y en tu soledad…me encuentro.
Callado… cuidándote como una hoguera en el frío invierno…
Infinitamente Amando-te.
En la rosa que brota y emana su fresco aroma…
En la mirada tierna de tu herman@ que cómplice te comprende,
sin explicaciones ni necesidad de palabras.
En la sonrisa del anciano y en la del niño,
que inocentes despiertan al alba.
En cada una de tus células.
En el negro y en el blanco.
La mente humana ha hecho que te separes de mí ilusoriamente
a través de las formas.
No temas…
Estoy y Soy en todas y cada una de las cosas de la Creación.
Sólo con la mirada inocente de un niño podrás verme
y hallarme frente a ti,
en Ti.
Vivo en un Libro Regalado
que viene dado por mi mano.
Estoy contigo…
Vivo en Ti.
Muchos me llaman Dios,
Alá
Gran Espíritu.
Pero… en verdad…
No soy Nadie:
Soy sólo Tú.
AUTORA: Diana Santos Cid