Dos años después de la salida de las tropas estadounidenses de Irak, y azuzados por sus logros en medio de la inestabilidad de Siria, la ‘yihad’ ha empezado a reclamar su autoridad en rincones de la región. A la cabeza está el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), un grupo considerado de Al Qaeda. Según varios reportes, sus miembros se hicieron ayer con el control de barrios de las ciudades de Faluya y Ramadi, al oeste de Bagdad.
La invasión liderada por Washington en 2003 había sufrido en la provincia de Anbar un tercio de sus bajas. Sus dos principales localidades, Faluya y Ramadi, fueron bastiones casi inexpugnables del radicalismo religioso suní. Apenas una década después se siguen escuchando disparos en esos mismos lugares. Más de 100 personas murieron el viernes allí en combates entre yihadistas y fuerzas de seguridad en el día más mortífero en años.
Según France-Presse en el corazón de Faluya no quedaban ayer soldados de Bagdad ni miembros de la milicia tribal aliada Sahwa. De acuerdo a un testigo cientos de hombres armados, portando los estandartes negros tradicionalmente aireados por Al Qaeda, se concentraron en el centro de la ciudad durante el rezo del viernes. “Anunciamos que Faluya es un Estado Islámico y os emplazamos a estar con nosotros”, declararon.
Los combates comenzaron el lunes en Ramadi, donde las fuerzas de seguridad de Bagdad arrasaron un campamento de protesta anti gubernamental, nacido a finales de 2012, al que tachaban de “cuarteles de Al Qaeda“. Esta acción arreció el enfado de la minoría suní contra el Gobierno, mayormente chií, al que acusan de marginarles.
El alzamiento forzó al Ejército a retirarse de algunas zonas de las ciudades y llevó a ISIS a reemplazarles. EEUU había erosionado al grupo embrión de ISIS en 2006. Pero el adiós estadounidense a Irak les permitió resucitar y el caos sirio les ha animado a alcanzar el país vecino. Su eje operativo es la cuenca del río Éufrates, la lengua que se extiende desde Anbar hasta la ciudad siria de Raqqa pasando por Deir Ezzor.
Una ‘misión sagrada’ con enemigos
La ‘misión sagrada’ de Al Qaeda tiene enemigos. Están los kurdos del norte sirio, el ejército de Bashar Asad y dos de sus teóricos aliados contra Damasco: el Ejército Libre de Siria (FSA en siglas inglesas) y hasta los islamistas del Frente Islámico. También gran parte de los civiles que viven donde los radicales han erigido la bandera con la ‘shahada’, quienes comparan la represión de ISIS con la del mismo Asad.
El Frente Islámico es una alianza de nueva creación, formada por siete grupos de tendencias islamistas radicales y moderadas pero no pro Al Qaeda, con unos 45.000 combatientes. Si el Frente se ha hecho fuerte en un punto clave como el puesto fronterizo con Turquía de Bab al Hawa, a la altura de la provincia de Hatay, el ISIS es dueño desde hace cuatro meses de Azaz, villa de acceso a Alepo desde la frontera turca en Kilis.
El norte sirio es un amasijo de pequeños grupos controlando manchas de terreno. “Los grupos miembros del Frente toleraron las acciones del ISIS hasta que, recientemente, el ISIS mató a Abu Rayan [un respetado mediador] de Ahrar Sham [uno de los principales grupos del Frente Islámico]“, explica a EL MUNDO Aymenn Jawad Tamimi, analista del Middle East Forum que estudia los movimientos de losyihadistas en Siria e Irak.
Ese asesinato, más el asalto del ISIS esta semana a localidades del FSA como la conocida Kafranbel, ha trastocando los balances de poder en la región norteña. “Hay enfrentamientos entre el Frente Islámico y el ISIL en barrios de Alepo, además de en Tel Rifat y Maskanah”, prosigue Tamimi. “El viernes se combatió cerca de Azaz”, añade, “pero Suqur Sham [un grupo del Frente] impidió al ISIS mandar refuerzos”.
Por eso el analista no cree que el plan del ISIS sea realizable. “Se sobrevalora a Yabhat al Nusra [otro grupo yihadista en Siria] y al ISIS”, señala. “No creo que puedan controlar mucho territorio más allá de sus fortalezas de Azaz y Jarabulus, ni siquiera en Raqqa”. El arabista belga Pieter Van Ostaeyen opina al revés y matiza: “ISIS no ha declarado fidelidad a Ayman Zawahiri [líder de Al Qaeda] como sí ha hecho Al Nusra”.
El altavoz de Twitter
Twitter se está convirtiendo en uno de los principales altavoces mediáticos del Estado Islámico de Irak y Siria. Su propaganda incluye la publicación de imágenes de escolares estudiando en colegios que controlan o de habitantes de las zonas donde operan recibiendo ayuda humanitaria. Pero el manto de la ley religiosa que impone el ISIS ya ha provocado, según cuenta a EL MUNDO un portavoz opositor, protestas civiles.
Esta red social fue usada ayer por el ISIS para reivindicar la autoría del atentado de Beirut del jueves pasado. Un coche bomba que explotó en Haret Hreik, bastión del partido chií Hizbulá, mató a cinco personas e hirió a 77. En un primer lugar todos los focos sobre la responsabilidad del atentado se habían fijado en las Brigadas de Abdulá Azam, impulsoras del ataque letal del 19 de noviembre en la embajada de Irán en Beirut.
La razón de esta hipótesis era el arresto por el ejército libanés del líder de las Brigadas, Majid Majid. Pero el terrorista originario de Arabia Saudí, con dolencias de riñón, murió ayer bajo custodia en un hospital militar de Beirut. Al presidente libanés, el cristiano Michel Suleiman, ya alertado por la amenaza de un nuevo golpe de los hombres de Majid, le crece una nueva amenaza en nombre de un ISIS que parece querer prolongar su emirato de terror hasta la costa mediterránea.