Hay sucesos relacionados con los OVNIs que irremediablemente están condenados a convertirse en impenetrables rarezas inexplicables, cualesquiera que sea su naturaleza. Uno de estos hechos paradigmáticos fusionados con el enigma de los No Identificados ocurrió en el continente africano y hasta el día de hoy ha sido objeto de numerosos debates. Sucedió el 12 de noviembre 1972, en la pequeña localidad de Rosmead (Sudáfrica), sobre las 20:30 horas, cuando el Sr. Harold Truter, director de la escuela de secundaria conducía su vehículo de regreso a las instalaciones del colegio y observó una inusual luz en el cielo. Desde el interior de su automóvil, el profesor distinguió, al aproximarse, que se trataba de una luminaria con un resplandor brillante de color blanco verdoso que se hallaba encima de una pista de tenis que existe junto al colegio y las viviendas donde residía. La luz de desplazó verticalmente desapareciendo en el firmamento.
El testigo en un principio no dio mucha importancia al hecho, pero al bajar de su coche y pasar cerca de la pista de tenis, el Sr. Trute detectó un fuerte olor a aceite quemado. Mirando a través de la barrera de alambre que rodeaba la pista, el testigo comprobó que la superficie de la cancha de tenis estaba destrozada y esparcida por los alrededores. También había agujeros de 12,5 centímetros de profundidad y cuyos restos estaban dispersos en paralelo a las líneas blancas. En un lado pudo ver un charco de alquitrán fundido reflejando la poca iluminación del área a esas horas. La valla no presentaba daños que pudieran delatar que se trataba de un acto vandálico. Posteriormente se comprobó que los arboles de los alrededores presentaban fuertes quemaduras, muriendo a los dos meses. Incluso la verja parecía haber estado expuesta a una fuente de calor. Los daños se habían producido en varias áreas de la pista de tenis, la mayor era de medio metro cuadrado, y los restos estaban esparcidos entre 50 centímetros y 2 metros del pavimento levantado.
La policía de Sudáfrica investigó la zona sin hallar aparentemente la causa de los destrozos, aunque descartó que fuera provocado por un OVNI… |
La mítica revista “Flying Saucer Review”, en su numero de enero/febrero de 1973, reflejó en su portada los enigmáticos hechos de Rosmead… |