Otra imagen de Cristo con antiguas leyendas verdaderamente siniestras es el famoso Cristo Negro de Cáceres: Supuestamente quien lo toca sin la debida devoción muere fulminado por una extraña energía.
Es una talla anónima del siglo XIV que ha inspirado numerosas leyendas.
Tanto la Cofradía como la propia imagen del Cristo Negro siempre han estado rodeadas de un halo de leyenda y misterio, incluso pueden tener que ver con los templarios: Se cree que el origen de la Hermandad está relacionado con la fundación en Portugal, en 1319, de la Orden de Cristo por parte de 20 caballeros templarios (huidos tras la desaparición de la Orden unos años atrás) y algunos de la Orden de Alcántara. Incluso hoy en día, el Miércoles Santo, antes de sacar a la imagen en una impresionante procesión, los miembros de la Cofradía ejecutan una solemne ceremonia a puerta cerrada con ciertas reminiscencias templarias.
Quizá el origen del temor a la imagen esté en el miedo al contagio de la peste, o quizá el origen de su oscura fama proceda de que durante siglos la imagen fue testigo de muchas ejecuciones porque era mostrada a los ahorcados en sus últimos momentos. De esta forma, se llegó a creer que apenas se la podía mirar y, mucho menos, tocar y quien así lo hiciera moriría. La creencia llegó a ser tan fuerte que para poder limpiar y trasladar al Cristo Negro se decidió usar guantes negros no sin antes acercarse a él con extremado fervor y devoción. Hubo momentos en que se llegó a pagar a pobres para que realizaran estas tareas. La figura era untada con cebolla y vino, perfumada y envuelta con sábanas.
Pronto pasó a ser la imagen milagrosa por excelencia de la ciudad, aunque rodeada siempre de un halo de temor: Cuando la imagen salía en procesión con motivo de epidemias o sequías, muchos espectadores bajaban el rostro y miraban al suelo por la creencia generalizada de que los pecadores que mirasen el rostro del Crucificado serían castigados con la ceguera. Curiosamente, la imagen nunca ha peligrado en las numerosas guerras que han asolado la ciudad de Cáceres, incluso en la Guerra Civil las personas que rezaban en su capilla se salvaron casi milagrosamente de un bombardeo, lo que aumentó más su fama.
Hasta no hace mucho tiempo la imagen permanecía en su oscura capilla de la Concatedral de Santa María con muy poca luz, lo que acentuaba su aire de misterio.
En su emplazamiento actual por obras, en la Iglesia de la Preciosa Sangre, no impresiona tanto a no ser que uno conozca las viejas tradiciones.
Pero conociendo su oscura fama no puede evitarse el mirar al Cristo Negro con cierta precaución y es difícil atreverse a tocarle con las manos desnudas… por si acaso.
Pero conociendo su oscura fama no puede evitarse el mirar al Cristo Negro con cierta precaución y es difícil atreverse a tocarle con las manos desnudas… por si acaso.
http://mtogetafe.blogspot.com.es/2012/07/el-temible-cristo-negro-de-caceres.html