domi Las claves de la ‘marea blanca’

Manifestación en defensa de la sanidad pública. | Bernardo Díaz

ELMUNDO.es hace un repaso de lo que está ocurriendo en la Sanidad de Madrid, de los profesionales implicados y de lo que opinan los expertos en economía de la salud sobre el denominado ‘Plan de Lasquetty’.

¿Cuándo empezó la huelga?

Los médicos de la Comunidad de Madrid han comenzado su cuarta semana de huelga indefinida. Estos paros han supuesto la suspensión de casi 4.000 intervenciones quirúrgicas en los hospitales madrileños.

¿Por qué protestan los médicos?

Los médicos están en huelga porque quieren parar el ‘Plan de medidasde garantía de sostenibilidad del sistema sanitario público’ propuesto por el consejero de sanidad Javier Fernández-Lasquetty y presentado el 31 de octubre, sin previo aviso. Y han explicado sus razones para la huelga.

¿Qué persigue la Consejería con su plan?

Entre otras medidas, se pretende la privatización de la gestión sanitaria de seis hospitales de Madrid y de un 10% de los centros de salud. Según Lasquetty esto conseguiría un importante ahorro ya que, en la actualidad, el gasto sanitario per cápita de estos hospitales asciende a 600 euros y, con la externalización de todos sus servicios, se reduciría a 441 euros. Según la Consejería, la crisis económica y la reducción del presupuesto sanitario para el año 2013 les obliga a actuar así.

¿Qué problema ven los médicos?

Un estudio, elaborado por la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem), muestra que ese gasto hospitalario no es de 600 euros sino que es de 347 euros. Lo que supondría un coste inferior al que se generaría si se concede a una empresa privada, ya que la Consejería ha estimado ese gasto en 441 euros. Además critican que hayan elaborado este plan sin consultar con las sociedades científicas y médicas. Según muchas voces, como la de Julián Ezquerra -secretario general del sindicato de médicos de Madrid (AMYTS)- las medidas suponen “un ataque profundo al sistema sanitario público en el que creemos y del que la ciudadanía no puede prescindir. Por eso salimos a la calle. No para defender nuestros privilegios sino un sistema para todos”.

¿Estos seis hospitales podrán tratar a cualquier paciente?

No. Se trata de hospitales de nivel 2, es decir, centros que no realizan intervenciones de patologías complejas o terapias de ciertas enfermedades. Por ejemplo, los trasplantes, la neurocirugía, la oncología médica, la cirugía plástica o la pediátrica. Este tipo de operaciones y los tratamientos para estos pacientes se llevan a cabo en hospitales de nivel 1, como el Gregorio Marañón, el Ramón y Cajal o el 12 de Octubre.

Si la gestión privada es más barata, ¿por qué no se gestionan de esta manera todos los hospitales de Madrid?

Las empresas que pueden optar a la gestión privada de los hospitales públicos no son muchas. Se habla de Ribera Salud (tiene ya seis centros, uno de ellos, el Hospital de Torrejón, en Madrid), Capio (gestiona la Fundación Jiménez Díaz), Sanitas (gestiona el Hospital de Manises, en Valencia, y el de Torrejón, en Madrid) o incluso el propio grupo Hospital de Madrid (con seis centros en la capital pero todos privados). Ninguna de ellas querría entrar a gestionar un gran hospital de nivel 1, cuyo tamaño y número de camas es mayor, el nivel de complejidad es superior y el gasto que conlleva también lo es. De hecho, tanto médicos como expertos en economía de la salud insisten en que estos hospitales no pueden generar beneficios.

¿El plan supone que el paciente pagará por la atención médica?

El paciente no tiene que pagar en ningún caso, ya que los seis hospitales seguirán siendo públicos, pero con gestión privada.

¿Puede perjudicar la medida de la Consejería al ciudadano?

Los médicos advierten que si se ponen límites a la derivación de pacientes de esos seis hospitales a otros de referencia en la Comunidad, podría suponer un perjuicio para su salud. Esta semana se conocía que el director médico del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, José Azofra,instaba a los médicos a derivar a sus pacientes únicamente a la Fundación Jiménez Díaz. Esto no supondría ningún inconveniente salvo cuando este hospital tuviera un problema de saturación o si no existiera en él una especialidad o unidad de referencia para la patología del enfermo que se deriva.

Asimismo, desde AMYTS explican que “en un primer momento los pacientes no van a notar diferencias. Los hospitales tienen la misma estructura, la misma señalización, etc… Lo que nos preocupa es que una empresa tiene que cuadrar una ecuación con tres valores: prestar un servicio de calidad, hacerlo a menor precio y obtener un beneficio. Esta ecuación no es posible resolverla sin disminuir la calidad, puesto que tanto la prestación como el beneficio de la empresa son dos factores seguros”.

El secretario general de IDIS, Juan Abarca, insiste en que gestionar con un presupuesto menor no implica una merma de la calidad. “En la sanidad pública hay muchas bolsas de ineficiencia”, por eso la privada puede gestionar con menos dinero.

¿Qué dicen los expertos en economía de la salud del plan de la Consejería?

Los expertos consultados por ELMUNDO.es reconocen que el sistema sanitario público necesita una reforma estructural que implique un cambio en el modelo asistencial, para centrarse en los pacientes crónicos, en el sistema de funcionariado, para mejorar su eficiencia, y una despolitización de los cargos gestores de los centros. Aunque la mayoría apunta que la gestión privada podría suponer a priori una ayuda para la mejora, no consideran que, en la actual situación económica, con las empresas de capital riesgo y sin un buen sistema de evaluación de su actividad, sea una buena idea que la gestión de los hospitales y centros de salud pase a manos de empresas privadas.

¿Qué ha puesto en pie de guerra a los hospitales de La Princesa y Carlos III?

El buque insignia de esta ‘marea blanca’ que lleva un mes revolucionando el panorama sanitario de Madrid es el Hospital de La Princesa. El plan lanzado por la consejería proponía, literalmente, “la transformación de La Princesa en un hospital de alta especialización para la patología de las personas mayores”. La lectura de los trabajadores del centro fue que querían convertirlo en un geriátrico, sin puerta de Urgencias, que implicaba la retirada de algunos servicios punteros del Hospital y, sobre todo, la labor investigadora y docente. En definitiva, “cambiar la estructura del centro tal y como lo conocemos y la labor de sus profesionales”, según el doctor Pun, jefe del Servicio de Cirugía Torácica.

Para evitarlo los trabajadores hicieron manifestaciones diarias, seencerraron en el salón de actos -iniciativa que fue copiada luego por otros 14 centros-, iniciaron una guerra de pancartas y recopilaron casi un millón de firmas contra el desmantelamiento del centro, entre ellas la de la propia alcaldesa Ana Botella. Tal ha sido su presión que la Consejería se vio obligada a recular y acordó mantener las urgencias y el carácter general del centro, aunque sigue su intención de reforzar la atención a los mayores. Pese a todo, los médicos de La Princesa siguen las manifestaciones en contra del ‘Plan de Lasquetty’ y en defensa de la sanidad pública.

Respecto al Hospital Carlos III, la idea de la Consejería es “convertirlo en un centro de media y larga estancia”, en detrimento de su especialidad actual, que son las consultas externas y en palabras de Victoria Moreno, del Servicio de Enfermedades Infecciosas, “funcionan muy bien, son rentables y ha costado muchísimo levantarlas”. Aunque algo menos mediáticos que sus colegas de La Princesa, también han estado manifestándose para conservar la actividad que desarrollan en la actualidad. De momento, desconocen cuál será su futuro.

¿Cómo van las negociaciones?

A pesar de las diferentes reuniones que el consejero de sanidad Javier Fernández Lasquetty ha tenido con jefes de servicio y sindicatos médicos para explicarles las medidas, no se ha llegado a ningún consenso por ambas partes, y finalmente el plan ha sido aprobado.

Los médicos advirtieron que sólo negociarían si se retiraba el ‘plan privatizador’.

El consejero les retó a que presentaran un proyecto con el que se pueda ahorrar 533 millones de euros. Sin embargo, a pesar de que los sindicatos propusieron acudir al Fondo de Liquidez para financiar la sanidad, y la plataforma de especialistas propuso una serie de medidas para ahorrar cientos de millones, que el Gobierno de Madrid no aceptó sus ideas.

Por este motivo, y por la aprobación del plan, casi 200 médicos ha presentado su renuncia a participar en juntas técnicas y comisiones y 139 directivas de centros de salud (médicos, enfermeras y administrativos) anuncian su dimisión a partir del próximo 7 de enero.

El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ya declaró que, en caso de producirse las dimisiones de los directores, “lo lamentaría mucho”, pero avanzó que serían “sustituidos de inmediato”. Por su parte, Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, también respondió en esta línea: ‘Si quieren dimitir, bienvenido sea’. Respuesta que no sentó muy bien en el Colegio de Médicos de Madrid. No obstante, González ha anunciado que quiere seguir hablando con los médicos.

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