Este 9 de febrero los suizos votan en referendo una iniciativa nacionalista que puede imponer cuotas estrictas al respecto de la inmigración de países de la UE. Según el Gobierno, este plan tendría consecuencias drásticas para la economía nacional.
La iniciativa conocida como ‘Gegen Masseneinwanderung’ (Contra la inmigración masiva) fue presentada por el Partido Nacionalista del Pueblo (SVP), que tiene más de una tercera parte de los asientos en la Cámara Baja, y tiene como objetivo restablecer cuotas anuales sobre el número de extranjeros que vienen al país para trabajar, lo que pondría fin a la política de libre circulación dentro de la UE y Suiza que se estableció en 2008, informa el sitio swissinfo.ch.Este plan ha alarmado a algunas de las compañías más grandes del país de varios sectores económicos –construcción, fabricación, atención a la salud, agricultura, etc.– todos ellos dependientes de los trabajadores extranjeros, así como al Gobierno actual, ya que el cambio en la política migratoria del país podría perjudicar la economía suiza, que actualmente está en unas condiciones mucho mejores que las de sus vecinos europeos.Las cifras de la inmigración en Suiza son sorprendentes: en los últimos 30 años la población ha crecido en más del 30%, y una de cada cuarto personas residente en el país es extranjera. Si la tendencia continúa, para el 2035 en Suiza estarán viviendo unos 10 millones de personas. Según el partido promotor de la iniciativa, esto plantea algunos problemas graves, como una mayor carga para el Sistema de Seguridad Social, la necesidad de inversiones adicionales en infraestructuras, precios de alquiler en auge y un desempleo por encima de lo habitual (actualmente la tasa se sitúa en el 3%). El proyecto del Partido Nacionalista del Pueblo ha avivado los temores de una inmigración masiva. En las calles en todo el país surgieron unos carteles con un enorme árbol reventando el mapa de Suiza. Los sondeos recientes han mostrado un creciente apoyo a la iniciativa, mientras que el Consejo Nacional de Suiza y el Consejo de los Estados ya han rechazado el plan contra la inmigración con su mayoría de votos. No obstante, la última palabra la tendrán los ciudadanos en el referendo que se celebrará este domingo.
Los suizos han aprobado este domingo en referéndum y por un estrecho margen la reinstauración de las cuotas de inmigración, que también se aplicarán a los ciudadanos procedentes de la UE. La propuesta ha sido aprobada con un 50,3 por ciento (1.463.954 votos), frente al 49,7 por ciento que la ha rechazado (1.444.438 votos), según datos oficiales. La participación ha sido del 56,5 por ciento.