La libertad es individual. Colectiva es un mero sueño irrealizable, vano en el intento e inservible a la ciudadanía (antes pueblo). Me hace gracia los canta autores de sirenas pululando por todas las esquinas que viene el fascismo, el nacionalsocialismo o el nacionalismo a secas (nada que ver con el catalán).
En el siglo XX ha habido dos grandes revoluciones. La bolchevique y la nacionalsocialista. Una vez realizada la primera, vino la segunda (por causas muy variadas) que estaba en lucha ideológica por un país con un fuerte carácter de pueblo. El Alemán. Y podrido el sistema en la República de Weimar, había dos opciones, el socialismo internacional, con los dictados de Moscú, o el socialismo alemán, esto es, un socialismo nacional (verdadera traducción al español de Nationalsozialistische). Es muy fácil de entender y además está a simple vista de palabra.
Aclarado esto, la izquierda siempre ha tildado al los socialistas nacionales como de extrema derecha. Y nada tiene que ver. Digamos que la revolución bolchevique podía estar cantada, pero lo que sorprendió verdaderamente al mundo fue la otra. Y fue un verdadera revolución del pueblo y para el pueblo hasta tal punto que a todos molestó.
Molestó a Moscú por robarle su revolución que abriría las puertas a Europa.
Molestó a las democracias por que hizo ver su debilidad ante cualquier contratiempo interno y externo, amén de en nombre de la libertad, gobernara siempre la burguesía (díganme si en 1933, en cualquier país del mundo, podía gobernar un simple cabo del ejército).
Molestó y esto es muy importante a las Altas Finanzas Internacionales, controladas por judíos, y al capitalismo en general. Y no se molestaron por la cuestión racial, que también, sino por desmantelar y descubrir el engaño del por aquel entonces patrón oro, que se transformó en Alemania en patrón trabajo. Sin oro en sus bancos, adelantó en seis años a todos los países europeos de aquel entonces. Dejando en este tiempo, de 7 millones de parados a cero.
Quitando el aspecto racial, que en esto se confundieron (no en el caso interno de Alemania de aquellos tiempos) es la política más moderna que se ha practicado en el planeta. Y justa. Y social.
¿Quién aplastó esta ideología y la cercó con un muro de acero? Los tres actores arriba indicado.
El socialismo nacional es eso, socialismo puro y duro y no capitalismo de estado (comunismo) ni capitalismo a secas. Este último necesita a la democracia para vivir. Pero el capitalismo en última instancia no es libertad y la democracia es un pedestal de barro moldeable al antojo de las Altas Finanzas.
El socialismo nacional o nacional revolucionario, no es de derechas ni ultraderecha, y estos la mayoría de las veces son mamporreros de la burguesía. De izquierdas, sólo por ser enemigos irreconciliables (por supervivencia) tampoco. Es una tercera vía para esta Europa maltratada por sí misma y corroída por sus políticos.
Venga la libertad verdadera, la individual, que cada español sea libre por sí mismo y con la suma hagamos un país libre. La libertad ni se vende ni se compra ni se vota. Se tiene o no se tiene. Se siente o no se siente, se come o no se come, se trabaja o no se trabaja, se vive en condiciones o no se vive. La libertad, apartada de todo lo anterior, y vista como algo común y de todos es una especulación. ¡¡¡Y ya sabemos quienes son los amos de ella!!!. G.R-M