Moscú, 22 feb (PL).- El presidente ruso, Vladimir Putin, acentuó hoy la necesidad de urgentes medidas para estabilizar la situación en Ucrania, agudizada por las acciones intransigentes de los grupos radicales nacionalistas y de extrema derecha, que actúan con total impunidad.
En una conversación telefónica con su par estadounidense Barack Obama, Putin subrayó que la oposición radical condujo la confrontación hasta niveles extremadamente peligrosos, señala un comunicado divulgado este sábado por el servicio de prensa del Kremlin.
Con anterioridad, el canciller Serguei Lavrov condenó de manera enérgica las acciones de los sectores radicales en Ucrania y llamó a la Unión Europea a manifestar con claridad su rechazo a esas actitudes.
Putin nombró esta semana al explenipotenciario de los derechos humanos en Rusia Vladimir Lukin, cuyo mandato concluyó en febrero, para participar como mediador en las negociaciones entre el Gobierno de Ucrania y la oposición.
El nombre de Lukin no figuró en la lista de testigos internacionales firmantes del acuerdo final entre el presidente Víktor Yanukóvich y los tres líderes opositores.
Tras concluir las prolongadas y complicadas pláticas ayer en Kiev, se conoció por fuentes rusas de que Lukin había rehusado a estampar su firma en el documento, sin más detalles al respecto.
De acuerdo con una nota de la Cancillería de Rusia, se precisa que al momento de incorporarse el mediador ruso en las negociaciones ya el texto del acuerdo estaba prácticamente listo.
En opinión de Lukin, el gobierno de Ucrania y la oposición eran quienes debían buscar un consenso entre ellos.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores aclara que pese a que el enviado ruso no firmó la avenencia como lo hicieron los ministros europeos, no significa que Rusia no está interesada en la búsqueda de compromisos que frenen de inmediato el derramamiento de sangre y conduzcan la situación por el marco legal.
Por el contrario, estaremos dispuestos a seguir prestando asistencia a los ucranianos, previa solicitud, para normalizar la situación, puntualiza el comunicado oficial.
La diplomacia rusa considera que procesos cruciales para Ucrania como la reforma de la Constitución deberían llevarse a cabo con la plena participación de los partidos políticos y regiones, y más aún, precisó, someterse a un referendo nacional.
Rusia insiste en que deben llevarse a cabo pasos prácticos recíprocos encaminados a tranquilizar la situación y propiciar la reconciliación nacional, pero cualquier forma de mediación debe hacerse con pleno respeto a la soberanía del Estado ucraniano, reitera la Cancillería.
El acuerdo firmado por el presidente Yanukóvich y los líderes opositores de las tres fracciones pro occidentales fue suscrito además por el titular de Exteriores de Alemania Frank-Walter Steinmeier, el canciller de Polonia, Radoslaw Sikorski y el titular de Europa Continental del Ministerio de Exteriores de Francia, Eric Fournier.
El Parlamento ucraniano ha decretado este sábado el cese del presidente Viktor Yanukovich y la celebración de elecciones presidenciales de carácter extraordinario para el 25 de mayo.
La Rada Suprema ha aprobado por unanimidad (328 votos a favor por cero en contra) la destitución del jefe de Estado por “violaciones masivas de los derechos humanos” y por “desvincularse de sus deberes constitucionales” al negarse a ratificar con su firma las enmiendas legales acordadas ayer con la oposición para frenar el derramamiento de sangre en Kiev.
El presidente denuncia un golpe de Estado
El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, había denunciado horas antes que el país se había sumido en un escenario de “golpe de Estado”, y que renunciaba a la dimisión de su cargo. ”El Parlamento actual está tomando medidas ilegales y avergonzando al país”, dijo según una entrevista concedida a la cadena UBR-TV.
“Los eventos de los que nuestro país y el resto del mundo han sido testigos son un ejemplo de golpe de Estado”, aseguró el presidente, quien comparó estos sucesos con la llegada al poder del Partido Nazi en Alemania durante los años 30.
Añadió que había sido atacado: “Dispararon contra mi coche. No tengo miedo. Me da pena mi país”, dijo a la cadena de televisión UBR.
Pese a sus declaraciones, el desmantelamiento de su autoridad parecía claro, después de que su gabinete prometiera una transición a un nuevo gobierno, la policía se declarara al lado de los manifestantes y se liberara a su eterna enemiga, Yulia Tymoshenko.
Un revés para Putin
El aparente derrocamiento del líder afín a Rusia tras unos violentos episodios en los que murieron 77 personas en el centro de la capital, convertida en un infierno, parece que alterará el futuro del país, acercándolo a Europa y alejándolo de la órbita de Moscú.
También supone un duro revés para el sueño del presidente ruso, Vladimir Putin, de recrear en lo posible la Unión Soviética en una nueva Unión Euroasiática, en la que Moscú contaba con Yanukovich para que Ucrania tuviera un papel clave.
Los diputados del Parlamento aplaudieron en pie y cantaron el himno del país después de declarar al presidente incapaz de cumplir con sus obligaciones y fijar elecciones anticipadas para el 25 de mayo.
Liberación de Timoshenko
Entre una serie de acciones destinadas a acabar con su gobierno, el Parlamento votó a favor de liberar a la ex primera ministra Yulia Timoshenko, que salió del hospital en el que ha pasado buena parte del tiempo desde que fue condenada en 2011.
“Nuestra tierra podrá ver desde hoy el sol y el cielo ya que la dictadura ha terminado”, dijo a los periodistas tras ser liberada.
El recién designado ministro del Interior, Arsen Avakov, dijo que la policía ahora estaba con los manifestantes contra los que había combatido días, cuando el centro de Kiev se convirtió en una zona de guerra.
Manifestantes custodian la residencia presidencial
En las oficinas, Ostap Kryvdyk, que se describió como líder de la protesta, dijo que algunos de los manifestantes habían entrado en el edificio pero que no se estaban produciendo saqueos.
“Guardaremos el edificio hasta que llegue el próximo presidente”, dijo a Reuters. “Yanukovich no volverá nunca”, añadió.
Los terrenos de la residencia de Yanukovich a las afueras de Kiev estaban también vigilados por milicias de manifestantes de “autodefensa”.
Transferencia “responsable” de poderes
“El gabinete de ministros y el Ministerio de Economía trabajan con normalidad”, dijo el gabinete en un comunicado. “El actual Gobierno proporcionará una transferencia de poder plena y responsable cumpliendo la constitución y la ley”.
El ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, que negoció concesiones de Yanukovich con otros ministros de Exteriores europeos en un acuerdo el viernes, tuiteó: “No hay golpe en Kiev. Los edificios gubernamentales han sido abandonados. El presidente del Parlamento ha sido elegido legalmente”.
Responsables militares y policiales dijeron que no participarían en ningún conflicto interno. El Ministerio del Interior, responsable de la policía, dijo que servía “exclusivamente al pueblo ucraniano, compartiendo plenamente su deseo de un cambio rápido”.
Acuerdo con concesiones
Yanukovich, que indignó a la población al alejarse de la Unión Europea para estrechar lazos con Rusia hace tres meses, hizo amplias concesiones en un acuerdo mediado por diplomáticos europeos el viernes después de unos días de violentos enfrentamientos durante los cuales francotiradores de la policía dispararon contra los manifestantes desde los tejados.
Pero el pacto, que recogía elecciones adelantadas para final de año, no fue suficiente para satisfacer a los manifestantes, que querían que Yanukovich se fuera de inmediato.
El sábado, el presidente del Parlamento, leal a Yanukovich, dimitió y la cámara eligió a Oleksander Turchynov, aliado de Tymoshenko, como sustituto. “Hoy (Yanukovich) ha dejado la capital”, dijo el líder de la oposición, Vitaly Klitschko, excampeón de boxeo en la categoría de pesos pesados, dijo en una sesión de urgencia.
“Millones de ucranianos sólo ven una opción: elecciones presidenciales y parlamentarias”, añadió.
Dos manifestantes con casco guardaban apostados la entrada de la oficina presidencial en Kiev. Preguntados por el paradero de los guardias de seguridad, uno, Mykola Voloshin, respondió: “Yo soy el guardia ahora”.