La bolsa ‘pasmada’ no reacciona ni a los mínimos históricos de la deuda

Un conflicto: la tensión en Ucrania. El motivo, la decisión del presidente del país, Victor Yanukovich, de no firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea. La respuesta, la protesta de miles de ucranianos proeuropeos que salieron a la calle para pedir al presidente un cambio ante esa decisión.

Tras las protestas el presidente, Victor Yanukovich, anunció elecciones anticipadas para este mismo año en el país. Con la caída del gobierno el foco de la tensión se propagó a Crimea, donde un grupo de personas con banderas rusas tomó el control del aeropuerto de la ciudad de Simferópol y el militar de Sebastopol, tras la propuesta de un referéndum por parte del Parlamento sobre una estructura confederal para la relación de Crimea con Ucrania. Esta península situada en el Mar Negro es el lugar donde se sitúa la base naval rusa del puerto ucraniano de Sebastopol, un lugar estratégico comercial y de transporte de petróleo y gas de Oriente a Occidente.

Y ante todo esto una reacción: el mercado de renta variable apenas se ha resentido. De hecho, los principales índices europeos se revalorizaron un 0,3% de media en las últimas cinco sesiones. Eso no significa que no haya habido ciertas reacciones, como es el caso del RTS ruso, que despidió la última semana del mes de febrero con una caída del 4%.

“No se ha producido un derrumbamiento generalizado en las cotizaciones de los selectivos europeos. Pero sólo tenemos que ver los movimientos producidos durante esta semana para hacernos una idea de la gravedad del asunto. El Gas Natural no ha parado de subir desde que se iniciara el conflicto“, señala Joaquín Robles, analista de XTB.

Además, el experto incide en los problemas que podrían surgir si el conflicto sigue agravándose, lo que podría provocar reacciones como las vividas con los problemas políticos de Chipre, Italia o Portugal. “Imaginémonos si esto se convierte en un conflicto militar. Seguiremos muy de cerca su evolución porque hay muchos intereses enfrentados entre Europa y Rusia y no tenemos la sensación de que este próximo a finalizarse y debemos de estar atentos a que esta tensión vaya en aumento y finalmente presione a la baja a los índices europeos“, explica.

A la espera de lo que ocurra en el futuro, los mercados vivieron una semana tranquila. El Ibex 35 se libró de las ventas al subir un 0,4%, hasta los 10.114,2 puntos. Además, consiguió cerrar el mes de febrero con un alza del 1,96%, por lo que firmó su tercer mes consecutivo en verde y su mejor mes desde noviembre del año pasado.

Fue Ferrovial la que se llevó el gato al agua en la semana al subir un 6,3% y convertirse en la firma más alcista del selectivo español. Una evolución impulsada por los resultados correspondientes a 2013 que presentó el martes pasado, ya que anunció un beneficio de 727 millones de euros, un 5% más que en 2012.

Grifols y Acciona siguieron su estela con avances del 5,7 y 3,9%, respectivamente. Precisamente ambas compañías presentaron sus cuentas del pasado año el jueves, aunque con rumbos bien distintos. Mientras que el grupo de hemoderivados ganó 345,6 millones de euros, un 34,6% más que el año anterior, Acciona registró pérdidas por valor de 1.972 millones en 2013, sus primeros números rojos en la historia a causa de los ajustes realizados por la reforma eléctrica.

No obstante, el planteamiento presentado por su presidente, José Manuel Entrecanales, para amortiguar el impacto en sus cuentas de la reforma energética del Gobierno, convenció a los alcistas que dominaron el rumbo de sus acciones.

Sin embargo, no fueron las únicas en pasar examen, ya que hasta 20 compañías del Ibex anunciaron sus resultados. A falta deque Inditex cierre el grupo el próximo 19 de marzo, de momento las cotizadas españolas no están a la altura de lo que esperaba el consenso de mercado, ya que el beneficio conjunto se ha situado un 32,6% por debajo de lo que se esperaba.

En el Viejo Continente el mes de febrero ha traído beneficios al parqué. De este modo, los principales índices han conseguido repuntes entre el 3 y el 6%, destacando el comportamiento del francés Cac 40 que logró la primera plaza en las subidas con un alza del 5,8 %. El índice galo alcanzó en la sesión del lunes un nuevo máximo en los 4.419,13 puntos, un nivel que no veía desde el ejercicio de 2006.

Al otro lado del Atlántico, Wall Street recibe al mes de marzo en zona de máximos. Tras subidas superiores al 4% en el mes saliente, el S&P 500 conseguía al cierre europeo un nuevo máximo histórico, en los 1.867 puntos. Así, el índice estadounidense logra sumarse al signo positivo en 2014. Algo de lo que ya disfrutaba el Nasdaq 100, que con una subida del 3,5% en el año, también tocó un nuevo máximo (desde el año 2000), en los 3.718 puntos. Sin embargo, las subidas mensuales (de en torno al 4%) no le han servido al DowJones para abandonar los números rojos, y el índice industrial aún registra pérdidas anuales al ceder más de un 1%.

Mínimos en la renta fija

La renta fija ha ocupado gran protagonismo esta semana. A la espera de la reunión del Banco Central Europeo de la próxima semana, en la que existe la esperanza de que la institución monetaria rebaje los tipos de interés, tanto el bono a diez años como el de cinco han marcado cotas históricas. En el caso del primero, en la sesión del jueves cerró con una rentabilidad por debajo del 2,5% (2,492%), una zona que no alcanzaba desde el año 2006. En la misma sesión la referencia a cinco años cerró con un interés del 1,997%, una cota histórica.

Por su parte, la prima de riesgo española -que mide la diferencia entre el bono español a diez años y su referencia homóloga alemana- terminó la semana y el mes en los 188 puntos básicos, 12 puntos menos que cuando empezó el mes.

El euro continúa su escalada y tras cerrar un mes con tendencia mixta -ganó en cinco de sus diez principales cruces-, la moneda comunitaria repuntó alrededor de un 0,8% en su cruce contra el dólar, una subida que le llevó a alcanzar los 1,3815 dólares, la zona más alta desde 2011. También ganó frente al yen al subir un 0,8%, hasta los 140,9 yenes por euro.

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