Las historias de amor son historias de amor. Porque el amor no conoce de fronteras ni de límites. El amor conecta con la vida porque la vida está hecha de amor. Y debe ser por eso, justamente por eso, que el amor puede darse entre cualquier ser vivo. Casi sin explicación. Casi sin ningún tipo de razón aparente. El amor no conoce fronteras, no supone límites, no se fija en razas, edades, colores o condiciones sociales. ¿Por qué un mapache no puede amar a un gato? ¿Eh?
Por eso, él, que es un pobre mapache, se enamoró perdidamente de su amigo, que es un soberbio gatito. ¿Qué iba a hacer? ¿Se iba a esconder? ¿Iba a negar sus sentimientos? Pero no. Aquí, en este maravilloso video,el mapache resolvió gritarle al mundo su amor. Y fue incansable: lo buscó, lo buscó, lo buscó y siguió besándolo, acariciándolo, tirándosele encima. A pesar de que el gato, su amado, no lo correspondía ni un poco.
Lo entendemos al mapache. Alguna vez todos creímos que íbamos a poder conquistar a otro a pesar de que un mundo imposible nos separaba de él. Y aunque la mayoría fracasamos en el intento, nos alejamos con el corazón contento por haberlo intentado. Por eso, por corajudo, por valiente, por amoroso, por cariñoso y tierno infinito, quiero que sepas, que hoy y siempre, te banco hasta el cielo, mapache querido.
Como sea, me acordé de una relación parecida, entre un zorrino y un gato…
http://www.ronniearias.com/nacio-de-mi/compendio-boludeces/mache-y-gaito_29904.html