Foto: RIAN
El propósito de Crimea de formar parte de Rusia contraviene las normas del derecho internacional, aseveran numerosos políticos en Occidente. Sin embargo, cuando Kosovo proclamó en 2008, unilateralmente, su soberanía, toda una serie de países europeos y EEUU consideraron esa medida perfectamente legal.
Por lo demás, ello no tiene nada de sorprendente, aseveran los expertos, debido a que los dobles raseros estar encarnados hace tiempo en la política de los países occidentales.
El referendo planificado para el 16 de marzo sobre la incorporación de Crimea a la Federación de Rusia es ilegal, por cuanto su celebración contraviene tanto la Constitución de Ucrania como el derecho internacional. Tal juicio emitió, en conversación telefónica con Vladímir Putin, la canciller Ángela Merkel. Antes, otros políticos occidentales, entre ellos Barack Obama, manifestaron que el deseo de Crimea de formar parte de Rusia vulnera las normas internacionales. En tanto, ni EEUU ni Alemania ni diversos otros países se opusieron cuando Kosovo, en 2008, anunció unilateralmente su soberanía. Ello revela que el derecho internacional es interpretado, con frecuencia creciente a su antojo por Occidente, en los últimos tiempos afirma Timofei Bordachov, del Centro de investigaciones integrales europeas e internacionales, de la facultad de economía y política mundiales de la Escuela Superior de Economía:
—A exclusión de que Crimea se dispone a pasar a la jurisdicción de otro Estado, y Kosovo no pasó a la jurisdicción de Albania, por ejemplo, no existen diferencias algunas. En los últimos tiempos, el derecho internacional es, lamentablemente, interpretado con tal grado de voluntarismo que resulta que el más fuerte tiene la razón.
Es notable además que en el caso de Kosovo suscitaban muchas interrogantes no solo la idea misma de la proclamación de la independencia de esa provincia, sino también la personalidad de los sujetos que pugnaban por su soberanía. En particular, analistas destacaban que Kosovo y Albania tienen la muy dudosa y triste fama de ser lugares en los que florecen los “trasplantes sucios”. Y las conjeturas fueron confirmadas cuando, en 2010, fue publicado el informe de Dick Marty, miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. En dicho documento se aseveraba que en el comercio de órganos humanos estaban involucrados sujetos cercanos al primer ministro de Kosovo, Hashim Taci. Serguéi Karaganov, decano de la Escuela Superior de Economía, comentaba:
—Los albanokosovares fueron reconocidos contra todo derecho internacional habido y por haber. Pero, lo más notable era que los kosovares albaneses y su Estado estuvo encabezado, desde un comienzo, simplemente por terroristas confesos, los que tenían las manos bañadas de sangre hasta el codo.
Sin embargo, ciento y ocho de ciento noventa y tres Estados miembros de la ONU reconocieron a Kosovo. Y cuando Serbia apeló ante el tribunal internacional de la ONU, esa estructura refrendó la legalidad de la separación de Kosovo. Aquello se hizo debido a que, en algunos casos, el derecho de una nación a la autodeterminación se impone sobre el principio de la inviolabilidad de las fronteras del Estado. Al respecto, resulta extraño aseverar que el deseo de Crimea de separarse de Ucrania quebrante las normas del derecho internacional, afirma Valeri Vanin, jurista en materias internacionales:
—Las contraviene no en un grado mayor que el deseo de cualquier nación a la autodeterminación, en una situación en que en el territorio del Estado no exista un gobierno que exprese la voluntad de todos los pueblos que habitan dicho Estado. Justamente en este caso, de acuerdo con documentos normativos de la ONU, la nación tiene derecho a la autodeterminación, hasta incluso la separación.
Ahora bien, siendo así, ¿por qué lo que puede Kosovo no lo puede Crimea? La respuesta salta a la vista: en este caso somos testigos del ejemplo clásico de la política de dobles raseros, o de doble moral. Timofei Bordachov lo comenta así:
—Tal política responde a la práctica más extendida, corriente y universalmente admitida de EEUU y de la UE. Y todo esto lo entendemos perfectamente. De manera que el problema no consiste en si nuestros socios dicen la verdad o no, sino en lo que podemos nosotros enfrentar a ello.
Sobre el tema de la doble moral se pronunció este lunes la Cancillería de la Federación de Rusia. “En Rusia estamos indignados frente a la arbitrariedad sin límites que reina en las provincias orientales de Ucrania, como consecuencia de las acciones de los extremistas del denominado Sector derechista, con la connivencia plena de las nuevas autoridades, como se denominan”, se lee en el comunicado de la cartera de Exteriores de Rusia. Se ha llegado al colmo de que, el 8 de marzo, en Járkov, sujetos bien equipados y enmascarados abrieron fuego contra manifestantes pacíficos, algunos de los que resultaron heridos. La milicia de Dniepropetrovsk arrestó a siete periodistas rusas, porque se interesaban, supuestamente, en “algunos temas provocativos”. Las autoridades de Ucrania, atropellando todos los acuerdos bilaterales existentes bloquean la entrada en el territorio de Ucrania a ciudadanos de Rusia, levantando en los hechos un muro a la colaboración fronteriza.
Asombra el vergonzoso silencio de nuestros socios occidentales, de las organizaciones de DDHH, de los medios de difusión extranjeros. Se impone la pregunta: “¿Dónde está su tan manoseada objetividad y adhesión a la democracia?”, se lee en la declaración de la cartera de política exterior de Rusia.
sb/as
http://spanish.ruvr.ru/2014_03_10/La-doble-moral-y-el-silencio-c-mplice-de-Occidente-2907/