La migración a un universo paralelo, por Michio Kaku

Igual que muchos físicos, Michio Kaku también cree que nuestro universo terminará en una «gran congelación» Sin embargo, a diferencia de muchos físicos, piensa que podríamos ser capaces de evitar este destino si caemos en un universo paralelo.

Uno de los descubrimientos más fascinantes de este nuevo siglo puede ser inminente si el Gran Colisionador de Hadrones es capaz de producir nano-agujeros negros. Según la física actual, estos nano-agujeros negros no pueden producirse con los niveles de energía que el LHC puede generar, y sólo podría llegar a existir si un universo paralelo aportara una gravitación extra. Las versiones de la teoría del multiverso sugieren que, hay al menos otro universo muy cercano al nuestro, tal vez sólo a un milímetro de distancia. Esto hace posible que algunos efectos, en especial la gravedad, tenga “fugas» que podrían ser responsables de la producción de la energía y la materia oscura que componen el 96% del universo.

«El multiverso no es un modelo, es la consecuencia de nuestros modelos», dice Aurelien Barrau, físico de partículas del CERN

Si bien no se ha demostrado, ya son muchos los científicos respetados que dicen que hay razones para creer que las dimensiones paralelas podrían ser perfectamente invenciones de nuestra imaginación.

«La idea de múltiples universos es más que una invención fantástica, aparece de forma natural en varias teorías científicas, y merece ser tomada en serio», declaraba Aurelien Barrau, físico de partículas francés de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN).

Hay variedad de teorías basadas en la idea de universos paralelos, pero la idea más básica es que si el universo es infinito, entonces todo lo que podría ocurrir ya ha sucedido, está ocurriendo o sucederá.

De acuerdo a la mecánica cuántica, no hay nada en la escala subatómica que realmente se pueda decir que existe hasta que sea observado. Hasta entonces, las partículas ocupan un estado de indeterminada «superposición», en el cual puede tener espines simultáneos de «arriba» y «abajo», o parecer que están en lugares diferentes al mismo tiempo. El mero hecho de observarlo, de alguna manera hace que se «concrete» un estado particular de realidad. Los científicos aún no tienen una explicación perfecta de cómo se produce, pero eso no impide que el fenómeno se produzca.

Las partículas no observadas, se describen por su «función de onda», que representa un conjunto de múltiples estados de «probabilidad». Cuando un observador realiza una medición, la partícula se establece entonces en una de estas múltiples opciones, lo que nos da una idea de cómo puede ser explicada la teoría del universo múltiple .

La existencia de un universo paralelo «ni siquiera supone física moderna especulativa, sino, simplemente, que el espacio es infinito y más uniformemente lleno de materia, tal como lo indican las recientes observaciones astronómicas,» según concluyó Max Tegmark, cosmólogo del MIT en Boston, Massachusetts, en un estudio sobre universos paralelos, publicado por la Universidad de Cambridge.

El matemático Hugh Everett, publicó un artículo histórico en 1957, cuando aún era estudiante graduado en la Universidad de Princeton. En este trabajo, demostró la forma en que la teoría cuántica predice que la realidad clásica se irá poco a poco dividiendo en distintos reinos de existencia.

«Esto no es más que una forma de confianza extrema en las ecuaciones fundamentales de la mecánica cuántica», señala Barrau. «Los mundos no están espacialmente separados, sino que existen como tipos de universos «paralelos.»

En parte porque la idea es tan incómodamente extraña, que se descarta como si fuera ciencia ficción por muchos críticos. Pero también hay muchos defensores creíbles, un grupo que está continuamente ganando nuevos adeptos conforme las nuevas investigaciones revelan nuevas evidencias. Algunas investigaciones en Oxford, han encontrado recientemente una respuesta matemática que barre con una de las principales objeciones a esta controvertida idea. Dicha investigación demuestra que Everett iba por el buen camino cuando propuso su teoría del multiverso. El equipo de Oxford, dirigido por el Dr. David Deutsch, demostró matemáticamente que la estructura ramificada creada por la división del universo en versiones paralelas de sí mismo, puede explicar la naturaleza probabilística de los resultados cuánticos.

Este trabajo tiene otra extraña consecuencia. La idea de los universos paralelos, aparentemente pasa de soslayo por las principales objeciones con los viajes en el tiempo. Todo empezó a tener visos de credibilidad en 1949, cuando el gran lógico y eminente físico, Kurt Gödel, argumentó en contra del viaje en el tiempo porque socavaba las ideas de causa y efecto. Un ejemplo de esto sería la famosa «paradoja del abuelo«, donde un viajero en el tiempo retorna en el tiempo para matar a su abuelo, y así nunca haber nacido.

Pero si los mundos paralelos existen, hay una forma de evitar estas problemáticas paradojas. Deutsch sostiene que, los cambios de viaje en el tiempo acontecen entre las diferentes ramas de la realidad. Este avance matemático refuerza su convicción de que la teoría cuántica no prohíbe viajar en el tiempo. «Se deja de lado, uno entra en otro universo», comentó. Pero admite que va a haber mucho trabajo antes de que podamos manipular el espacio-tiempo de forma que estos «saltos» sean posibles. Puede sonar extravagante, convino Deutsch, pero la investigación científica está continuamente haciendo esta teoría más creíble.

«Muchos autores de ciencia-ficción han sugerido paradojas de viajes en el tiempo que serán resueltas por los universos paralelos, sin embargo, en mi trabajo, esta conclusión se deduce de la teoría cuántica en sí.»

La frontera entre la física y la metafísica no se define en si una entidad puede ser observada, sino si es testeable, insiste Tegmark.

Apunta hacia fenómenos como los agujeros negros, la curvatura del espacio, la ralentización del tiempo en altas velocidades, incluso la redondez de la Tierra, todos ellos fueron alguna vez rechazados como herejías científicas antes de ser probados a través de la experimentación, aunque algunos se quedan fuera del alcance de la observación. Es probable, Tegmark concluye que, los modelos de multi-universo, basados en la física moderna, con el tiempo serán empíricamente testeables, predictivos y refutables.

  • Referencia: Sott.net,  por Michio Kaku
  • Fuente: The Daily Galaxy .

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