Me lo entrega el espíritu de la vida, a la luz de la luna llena, en un instante. En un instante se propaga por mis venas. Y en mi se hace carne.
Lo vierto entonces en palabras aladas capaces de llegar a ti, cruzando mares y vacíos repletos de estrellas. Luces vestidas de poemas que besan el alma y a tu alma llegan.
Entonces vuelas. Te desprendes del poder que no tienes y vuelas. Y adquieres el brillo de mil soles durmientes que despiertan.
Luz durmiente que caminas en la oscuridad: Despierta y propaga aquello que eres.
Amor que sueñas el sueño del mundo y te cobijas en corazones limpios: Besa la vida. Y a sus caminantes, enamóralos.
Canto a la vida: Deja oír tu voz. Haz que tu canto sea cantado por todos y todos entonen el himno a la alegría.
Caricias no dadas: Haced que mis hermanos aprendan a abrazar y a estrechar manos. Y a cruzar miradas como dedos que rozan el alma y en la intimidad del sueño amarse sueñan, porque ya se aman.
Hermano del alma, que en mi te vives, que en ti me vivo, que caminas senderos de piedras soñándolos en verde prado, porque amas la vida: Sonriamos.
Alma que lees lo que en ti veo, pero en mí escribo: No hay llanto que supere tu canto, ni viento capaz de llevarse el tiempo que la vida me ha regalado junto a ti.
http://www.deshambala.com/2014/12/oro.html