Cuando los ruidos de la dualidad se acallan … el silencio, como un velo que al levantarse descubre un gran tesoro, nos muestra la música de nuestro corazón. Es una música sin letra, que libera a la palabra del peso de su significado, elevándola al puro sentir.
Un abrazo en esta melodía se convierte en una canción, que nos lleva a esa parte de nuestro interior en la que reconocemos al otro desde la desnudez de nuestra conciencia, ya no hay juicio y lo que me separa del otro es una piel sensible en la que nos encontramos en las caricias, cualquier palabra que pronunciemos es ahora un canto de nuestro corazón.
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Gracias domi, precioso texto. un abrazo de mi corazón a tucorazón.