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A los catorce años comencé a escribir poemas, desde entonces amo la poesía y siempre voy buscando poetas que además de la belleza de las palabras sean buscadores de una verdad nueva. Comulgo especialmente con los poetas místicos entre los que destaco a Juan Ramón Jiménez y a San Juan de la Cruz.
Dentro del ámbito de la nueva espiritualidad, hay una persona que me gusta especialmente, me gusta lo que dice y me gusta su forma de ver la vida. Es fresco, es sencillo, es cabal, es sensato. Se llama Emilio Fiel, es conocido también con el sobrenombre de ‘Miyo’. Además de todo lo que sabe hacer, que es mucho, es un gran poeta, y además muy poco convencional.
He elegido este poema suyo para cerrar este año 2014 y dar la bienvenida al nuevo año 2015.
«Una simple palabra calma la tempestad furiosa
cuando sabes que pase lo que pase ‘solo existe dios’.
Suya es la voluntad que determina el curso de los astros,
¿para qué sirve pues enfadarse o atemorizarse?
Y tú ¿cuándo comprenderás que los deseos y las opiniones
son tan ilusorios como los sueños de ambición?
El gran espíritu solo escucha la voz de los que son uno,
de los que hablan por una sola boca y un solo corazón.
Así pues mantén la serenidad y descubre el objetivo final,
la aspiración profunda que nos convierte en guerreros del sol.
Y nunca lances flechas de pensamientos envenenados
a las gentes que te rodean, porque podrías matarlas.
El enemigo es sagrado, la decepción es maestra,
la muerte es nacimiento, el temor es humildad.
Tú no vas a ninguna parte y no conduces tu propia vida,
es la vida la que viene hacia ti, como el siguiente párrafo.
Abandona las creencias de que por ser el primero
eres el más necesario y nada puede hacerse sin ti.
Lejos durante miles de años y siempre unidos,
cara a cara todo el día y nunca juntos, nunca juntos.
Solo tengo para abrigar mis gélidas noches
un caluroso sueño lejano e irrealizable.
No temas las sombras, unas esconden y otras revelan».
Emilio Fiel
De su último libro “Realzando de color la noche; 49 poemas de fuego para encender la noche”.
Lo mismo que el agua del lago de la foto -el embalse del Pontón, Segovia- a veces nos da la sensación de que todo permanece frío y congelado, sin embargo el agua sigue corriendo por debajo.
http://masdeciencaballossueltos.blogspot.com.es/2014/12/la-serenidad.html
Gracias maestroviejo, hermoso poema.
Precioso.
Hermoso. Te abrazo.