¿Puedes poner nombre a tus emociones?

Es posible que notes que estás sintiéndote mal, pero no tienes claro lo que sientes ni sabes exactamente por qué. Tal vez sabes que guarda relación con la conversación que acabas de mantener con alguien, pero no tienes del todo claro por qué te has sentido mal y qué sientes exactamente.

A lo largo del día, pueden sucederte cosas que te hagan sentir mal, ya sea debido a problemas con otras personas, frustraciones, recuerdos de sucesos pasados dolorosos o cualquier otra cosa. Así, puedes sentir ira, ansiedad, culpa, vergüenza, tristeza y todo tipo de emociones que no son especialmente agradables. Pero el problema no es sentir emociones negativas de vez en cuando, pues es algo normal e inevitable, sino que a menudo una persona no sabe lo que siente o simplemente no lo acepta.

¿Por qué a veces es tan difícil saber lo que sientes?

Sentir varias emociones al mismo tempo.No es raro que una persona sienta varias emociones a la vez. Así, si tienes que acudir a un acto público a recoger un premio, puede que sientas orgullo y alegría por el premio recibido, pero al mismo tiempo puedes sentir nerviosismo o incluso ciertaansiedad social o miedo. A veces, las emociones aparecen tan mezcladas y pueden resultar tan contradictorias entre ellas que no es fácil determinar qué es lo que estás sintiendo.

No aceptación de determinadas emociones. A veces, simplemente no nos permitimos sentir libremente porque creemos que no «deberíamos» sentir determinadas cosas, o no aceptamos lo que estamos sintiendo porque no lo consideramos adecuado, o nos negamos a aceptar que un suceso determinado nos esté pasando a nosotros (por ejemplo, la persona que tras ser humillada no acepta lo sucedido y actúa como si nada hubiera pasado y como si no le hubiera afectado en absoluto). O bien esperamos sentir lo «correcto», como si existiera una emoción correcta, de manera que en vez de limitarte a experimentar lo que sientes tal y como es, tratas de crear la emoción que piensas que deberías sentir. Todo esto puede hacer que sientas confusión respecto a tus emociones o que te bloquees y tengas la sensación de que no sientes nada en absoluto.

No mirar hacia dentro. A veces una persona no es consciente de lo que siente porque no se para a pensar en ello ni observa lo que está pasando en su interior, sino que sigue con su vida acelerada sin detenerse a ser plenamente consciente de lo que siente. Un poco al estilo de la protagonista de Lo que el viento se llevó cuando dice: «Creo que he matado a un hombre, pero no tengo tiempo para pensar en eso ahora. Ya lo pensaré mañana».

En estos casos, no es raro que a menudo se acabe con un saco lleno de emociones confusas que llevamos como una pesada carga sobre nuestras espaldas sin saber qué hacer con él.

¿Qué podemos hacer?

Lo que tenemos que hacer empieza precisamente por abrir ese saco y mirar dentro sin miedo a lo que nos podamos encontrar, aceptando lo que haya en él. Es muy importante no solo poder determinar todo lo que sientes, sino también ponerle nombre a esas emociones, decir: «Ahora estoy sintiendo ira», ser plenamente consciente de que están ahí, porque solo de ese modo podrás manejarlas correctamente. No se puede manejar o procesar algo que ni siquiera sabes qué es.

No obstante, poner nombre a las emociones no es siempre fácil, como hemos visto. En primer lugar, has de tener en cuenta que puedes sentir varias emociones a la vez y que pueden ser contradictorias. Cada una de estas emociones pueden estar relacionadas con un aspecto distinto de lo sucedido; por ejemplo: alegría por recibir el premio, orgullo porque se reconoce tu trabajo y nerviosismo por tener que recogerlo y decir unas palabras delante de un grupo de gente. Además, un suceso determinado puede traerte recuerdos de experiencias pasadas que, a su vez, provocan nuevas emociones. Por ejemplo, la persona que va a recibir el premio puede sentir también tristeza al pensar en lo orgullosa que se sentiría una persona muy querida, pero ya fallecida, y lo que desearía que estuviera allí.

Cuando ya has puesto nombre a tus emociones y tienes claro lo que sientes, podrás empezar a preguntarte porqué te sientes así y qué lo ha provocado, y analizar lo que ha sucedido y lo que ese suceso ha significado para ti (cómo lo has interpretado, si te ha traído el recuerdo de alguna otra experiencia pasada dolorosa, etc.). De este modo, estarás procesando lo sucedido y además estarás conociéndote mejor y manejando mejor tus emociones.

http://motivacion.about.com/od/pensamiento/a/Puedes-Poner-Nombre-A-Tus-Emociones.htm

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