Uno es un exprofesor de economía de izquierda, un experto en teoría de juegos que se enorgullece de llevar sus camisas por fuera del pantalón.
El otro es un abogado conservador y exfuncionario de impuestos, con un extenso recorrido político y una fuerte creencia en la austeridad.
Basta un vistazo a su apariencia personal para entender que Yanis Varoufakis y Wolfgang Schaeuble no son la pareja ideal.
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Y a medida que avanzan las conversaciones para buscar un acuerdo sobre la deuda griega, la aparente falta de sintonía entre los ministros de Finanzas de Grecia y de Alemania no parece haber ayudado mucho.
Como ha quedado en evidencia nuevamente el lunes, cuando el gobierno griego no cumplió un plazo acordado anteriormente para entregar a sus acreedores sus propuestas de reforma económica.
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Dicha lista de reformas, que fue entregada este martes, deberá ser aprobada por los acreedores internacionales para que Grecia reciba una extensión de cuatro meses en el programa de rescate financiero con el que se espera salga de su actual crisis económica.
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Grietas
Cuando Varoufakis y Schaueble se reunieron por primera vez en Berlín hace dos semanas, las grietas aparecieron de inmediato.
Schaeuble dijo que él y su contraparte griega habían llegado a «un acuerdo sobre no estar de acuerdo» en la estrategia que Grecia debía adoptar.
«Desde mi punto de vista, ni siquiera pudimos estar de acuerdo en que no estábamos de acuerdo», respondió Varoufakis.
A medida que la crisis financiera griega se ha profundizado, también aumenta el odio al funcionario alemán.
En las protestas había pancartas con caricaturas retratando a Schaeuble en uniforme nazi, calificándolo como el arquitecto de los pesares de Grecia, debido a su firme compromiso con la austeridad.
Estilos distintos
Dado que Syriza, el movimiento que frecuentemente encabezaba las protestas contra la austeridad en Grecia, está ahora en el poder, era inevitable que la relación entre los dos hombres fuese compleja desde el comienzo.
Y en las primeras semanas de gobierno de Syriza, el estilo de negociación de Varoufakis y Schaeuble ha llevado a encontronazos.
En conferencias de prensa, el dirigente griego ha culpado públicamente a los ministros alemán y holandés de finanzas por causar tropiezos en las conversaciones.
Se cree que miembros de su delegación filtraron borradores de documentos para probar que Grecia había sido tratada injustamente y ha recurrido a Twitter para expresar puntos que otros políticos expresarían mediante comunicados de prensa cuidadosamente elaborados.
Se dice que a Wolfgang Schaeuble le enfurece ese estilo.
Incluso hubo un parlamentario alemán que pidió que Varoufakis fuese reemplazado.
Popular en casa
También algunos de los seguidores del gobierno encabezado por el primer ministro Alexis Tsipras se quejan que Grecia ha claudicado frente a Alemania en algunas de sus demandas iniciales, como la de exigir una restructuración significativa de la deuda.
Pero Varoufakis tiene una fanaticada significativa en casa.
A muchos les gusta su imagen cool y su estilo directo, capaz de abrirse paso con su bufanda Burberry y sus metáforas.
Ciertamente ha presentado una manera original de hacer política.
Y es poco probable que sus disputas con Schaeuble cambien eso.
Sus críticos argumentan que ahora es cuando Grecia necesita obtener concesiones mediante una diplomacia cuidadosa y un delicado trabajo de construcción de alianzas.
Y, aseguran, la personalidad de Yanis Varoufakis es poco diplomática para conseguir eso.
Sin duda tiene admiradores, pero Wolfgang Schaeuble no parece ser uno de ellos.