Muchos animales emiten luz propia igual que una estrella, otros pueden llevar a cabo el proceso de fotosíntesis al igual que las plantas. Cada vez hay una mayor cantidad de alucinantes descubrimientos de nuevas y antiguas especies y sus características.

Los seres humanos somos unos animales «racionales» asombrosos, a pesar de algunas actitudes nos hagan bajar los bonos.

Recientemente el biólogo Hitoshi Okamura y sus colegas de la Universidad de Kioto (Japón) descubrieron que emitimos luz visible en cantidades 1.000 veces más pequeñas de lo que nuestros ojos son capaces de percibir. Si bien existen papers del tema desde 1990 no se había tenido evidencia científica tan determinante como hasta ahora.

El experimento consistió en encerrar en una pieza oscura y hermética a cinco hombres con el torso desnudo. Usando cámaras CCD extraordinariamente sensibles, capaces de detectar la emisión fotones individuales pidieron comprobar que los seres humanos emitimos luz en distintas intensidades, dependiendo de el horario.

Mientras que a las 10 am nuestra radiación es más baja, a las 4 am nuestra intensidad lumínica está a todo voltaje.  Este fenómeno estaría ligado a la actividad metabólica, por lo que variaría con el ritmo circadiano.

Otra de las observaciones, es que tal como muestran las estampitas de santos personajes de la historia cristiana, nuestro rostro sería el lugar con mayor emisión de luz, presumiblemente según los investigadores,  porque esta zona del cuerpo está más expuesta a la luz solar que acumula  melanina, dando color a la piel, que ayudaría a aumentar la producción de fotones.

Bueno, ya lo sabes, estamos todos iluminados.

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