LA VÍA HACIA EL ATEÍSMO

crucifijo

Ser ateo no es ganar nada que no tengamos ya. Es simplemente haberse despojado de esas telarañas hereditarias que enredan nuestra capacidad de percepción. Ser ateo no es un estadio de la vida, no es alcanzar un determinado conocimiento, sino la depuración de las supersticiones ancestrales. Es indiferente la existencia o no de Dios puesto que ninguna de esas opciones marca nuestra vida (la de los ateos).

¿Cómo se llega a ser creyente? Se me ocurren muchos caminos para llegar a la fe. Uno de ellos bien podría ser la tradición y la costumbre. Otro camino puede ser, previa educación católica (hablo de nuestro mundo occidental), la asunción como verdad inmutable de algo que lleva dos mil años implantado en nuestra cultura; visto así, podríamos acoplarlo al anterior. Otra posibilidad sería el acceso a los libros sagrados, siempre y cuando asumiéramos que son sagrados. Otra vía podría ser el desconocimiento, y hasta concedo la vía del conocimiento. Estoy seguro que al lector, como a mí, se le ocurrirán muchos caminos más para llegar a ser creyente, pero en el caso que me ocupa, podemos partir de los que he mencionado.

 

Cualquiera que se moleste en leer algo de Historia comprobará que, hasta el Renacimiento, cualquier posibilidad de avance científico en el mundo se hallaba cercenada por la omnipresente Iglesia que segaba la cabeza de cualquiera que la asomara por la ventanilla del tren clerical. Casi mil quinientos años de estancamiento en la historia de la humanidad. Pero he te aquí que, inventada la imprenta, los libros “sagrados” comienzan a llegar a más gente, lo que implica la posibilidad de ser interpretados no ya por los profesionales de la religión (parte interesada) sino por mentes asépticas. Comienza el conflicto. A partir de este momento ya no se puede parar la rueda del conocimiento que avanza a pasos agigantados a medida que nos damos cuenta que en la Biblia no está todo, ni mucho menos.

 

¿Y qué va sucediendo? ¿Cómo se llega al ateísmo? Evidentemente no puede ser por la tradición ni la costumbre, si por ello fuera seríamos católicos. No puede ser por la asunción de ninguna verdad inmutable porque, si algo nos ha enseñado la Ciencia es la mutabilidad de las verdades inmutables. Un científico puede cambiar de manera de pensar con arreglo a nuevas pruebas; un creyente no es capaz. Tampoco se llega al ateísmo por la asunción de libros “sagrados”. El ateo no tiene libros sagrados (bueno, yo sí tengo uno, El mundo y sus demonios, de Carl Sagan). Por esta línea de razonamiento sólo nos queda una única vía para llegar al ateísmo: el conocimiento.

 

¿Significa eso que los creyentes no tienen conocimiento? No. En mi deambular diario trato con creyentes muy inteligentes, pero no son mayoría. Cuando tratas con ellos puedes hablar de todo, razonar todo, excepto… su fe. Sin embargo, un ateo podrá razonar sobre cualquier cosa. Le presentas a Dios bajado del cielo y lo conviertes en creyente. Pero en el campo religioso la carga de la prueba está subvertida desde los orígenes de los dioses. Es el único campo donde uno tiene que demostrar que Dios no existe; después de todo una aplastante mayoría cree en él desde hace miles de años. Y como el desarrollo de la humanidad nos ha enseñado que es imposible demostrar una inexistencia, es imposible también combatir la religión con el razonamiento. ¡Ha de ser el conocimiento quien nos aparte de la superstición! El conocimiento es la única vía hacia el ateísmo.

 

Por eso la inmensa mayoría de los creyentes no lee. Incluso muchos de ellos temen lo que puedan descubrir. Un ateo es una persona normalmente instruida. ¿Es mejor el ateo que el creyente? No necesariamente. Pero la conclusión que podemos sacar es que la ética y la moralidad no pueden ser patrimonio de la creencia. Es más, nos las deben enseñar desde todos los puntos de vista y poder experimentar con ellas. El concepto de moralidad y ética católicas va perdiendo sentido porque cada día comprobamos la hipocresía vaticana para con los avances científicos que mejoran nuestro bienestar. Haciendo un poco de demagogia, es como elegir para curar la neumonía entre un hospital o una oración. ¡Pues todavía hay quien ofrece misas por los atentados de Bombay! ¡Hay que ser una desahogada para ello, máxime cuando no se inmutó al sembrar la muerte y la destrucción en Iraq!

Si repasamos la historia respecto a los conocimientos del hombre veremos un amplio hueco de fechas desde que el catolicismo se adueña del poder hasta el Renacimiento. En todas las disciplinas del conocimiento (ejemplo AQUÍ). Cuando la religión es apartada del poder los pueblos avanzan. En aquellos lugares donde todavía manda la religión se sigue viviendo en la Edad Media.

https://misteriosaldescubierto.wordpress.com

4 comentarios en “LA VÍA HACIA EL ATEÍSMO

  1. Pienso que la via hacia el ateísmo es el discernimiento más que el conocimiento aunque ámbos están estrechamente ligados.

    Yo ya era ateo antes de estar instruido. Busqué razones para creer y no las hallé. Partí de cero y nada encontré que llenara ése vacío.

    Con el tiempo leí la bíblia, el corán, el libro del mormón, el mahabharata, el bhagavad gita, los texos de mitología escandinava, griega y egipcia; y varios otros tratados de saberes y creencias residuales. Y, por supuesto, infinidad de filosofía.
    Y no he encontrado ningún motivo para salir del ateismo. Estoy dispuesto a creer, siempre y cuando encuentre algo creible. Y hasta ahora no es asi.

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