Todos planeamos un camino en nuestra vida, tenemos deseos, metas, logros que cumplir, y la mayoría de nosotros nos valoramos de acuerdo a lo que estemos alcanzando en la vida, mucho se dice que lo que importa es alcanzar ese logro, un medallista olímpico se enfoca en la medalla, en ganar el oro, una futbolista usualmente pensará en ganar la copa del mundo; si es que va, otros más comunes, tener un trabajo suficientemente bien remunerado para una vida en base a sus ideales o sueños, pero en realidad que es más valioso, ¿obtener la meta o el trayecto en ella? creo que lo importante es el proceso de alcanzarla, el resultado no es importante, porque si amamos lo que hacemos, el resultado inevitablemente será satisfactorio ya que; el amor radica en la acción, no en el resultado.
Estas palabras podrían aplicarse a la labor de un personaje poco conocido, pero muy respetado en su país, con una capacidad de análisis y comprensión de la vida monumental, es por esto que en esta ocasión no comparto una cátedra espiritual, tan sólo unas palabras de un líder político que dio uno de los mejores discursos que yo he escuchado, un personaje de la vida pública política que, parecería no pertenecer a ella, o será que; más bien ellos, los presentes en el discurso, ¿no pertenecen a la política que el ser humano merece expresada por José Mujica?
Espero te tomes el tiempo de escucharlo detenidamente y reflexiones.
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