Rodéate de gente que se sume a tus ideales, que se sume a tus sueños, que te inspire y te impulse a ser siempre la mejor versión de ti mismo. Observa y contempla todos y cada uno de tus pensamientos y discrimina entre ellos los pensamientos que no te suman nada y que por el contrario te restan; te restan productividad, objetividad, determinación, voluntad y actitud. Por el contrario elige los pensamientos que se alinean a tu propósito de vida y retroalimentan en tus emociones todo aquello que realmente quieres ser y conseguir.
Despréndete del pasado y del futuro. Vive en el ahora. Que sean solamente los sueños inconclusos y tu verdadera esencia pretextos para recurrir al pasado. Ve al futuro, no dejes de soñar, no dejes de visualizar pero mantén los pies en la tierra -en el ahora-
Construye objetivos claros y definidos, que sean lo más próximamente tangibles y realizables y sobre eso basa tus sueños y hasta haberlos cumplidos entonces sueña en grande. Cuando comenzabas a caminar no pensabas en correr, mucho menos en brincar, sino en caminar.
Se fiel a ti mismo, a tus convicciones, construye un plan y una estrategia para conseguirlos. Si ello significa recrearte a ti mismo como persona, ¡que así sea! Pues no puedes construir nada nuevo basado en viejos paradigmas y patrones de pensamiento que no te han permitido manifestar lo que deseas.
Puntualmente detén el motor. Detente por unos instantes, día con día, para reflexionar, para tomar aire, para ser introspectivo y verdaderamente encontrar en ti las respuestas que necesitas y para detectar aquello que tengas que modificar en tus hábitos para poder seguir adelante. Toma aire, respira profundo y no termines tu día sin antes haber hecho un repaso de todo lo que hiciste y dejaste de hacer, de los pasos que diste y de tus zonas de confort y áreas de oportunidad que necesitas atender.
Abre los ojos cada día, respira profundo y recuerda por qué estás aquí, si no lo sabes aún ¡averígualo!. Estírate como si quisieras alcanzar el cielo, pon tu rostro frente al espejo y mírate fijamente y repite lo siguiente: Yo siempre sé lo que necesito saber, yo siempre puedo hacer todo lo que tengo que hacer y yo siempre soy el mejor en todo lo que hago.
Eres un león dormido.
¡Qué tengas un grandioso día!
– Carlos del Ángel
Shiny Demise Project
Un gato se mira al espejo, y ve un león.