En el escenario político de Suecia ha habido una escisión en las filas del partido Demócratas de Suecia, donde parte de los políticos ha comenzado a apoyar los puntos de vista del presidente Vladímir Putin y la posición de Rusia respecto a Ucrania, según considera el analista político Patrick Oksanen del periódico Hudiksvalls Tidning.
«En las filas de Demócratas de Suecia hay un grupo que tiene un punto de vista más positivo respecto a Rusia, son aquellos que advierten en Putin un ejemplo ideológico inspirador», señaló Oksanen.
El analista político explica que se trata del grupo más cercano al Frente Nacional de Marine Le Pen, una de los mejores amigos de Putin en Europa.»Los he llamado los «putinistas», y ese grupo puede ser contrapuesto con el grupo de los Demócratas de Suecia que representan la derecha más tradicional sueca, más escéptica respecto a Rusia», comenta Oksanen, citado por Radio Suecia.
Según el columnista de Hudiksvalls Tidning, los partidarios de la política del presidente ruso pertenecientes a Demócratas de Suecia culpan a la UE por la situación respecto a Rusia y consideran que «son precisamente la UE y Occidente los responsables de lo que sucede en Ucrania».
«Ellos votaron durante todo 2014 del mismo modo que lo hicieron los partidos «pro Putin», igual que el Frente Nacional francés, el Partido de la Libertad de Geert Wilders, de Holanda, el partido austriaco de Haider y otros semejantes», observó Oksanen respecto a cómo votaron diversos partidos en el Parlamento Europeo.La situación política interna de Demócratas de Suecia se agudizó bruscamente con el surgimiento del grupo encabezado por William Hahne.
Según Oksanen, la sección del partido en Estocolmo está dominado por políticos que apoyan a Putin.
El partido Demócratas de Suecia ocupa 49 de los 349 escaños de la cámara baja del Parlamento, su ideología es nacionalista, conservadora y eurescéptica.
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación militar contra los independentistas del este del país que se negaron a reconocer el golpe de Estado de febrero de 2014.Según los últimos datos de la ONU, casi 6000 civiles han perdido la vida en el conflicto y más de 14.800 han resultado heridos.
Los países de Occidente impusieron a Rusia una serie de sanciones, ya que tanto las autoridades ucranianas como EEUU y la UE acusaron en reiteradas ocasiones a Moscú de inmiscuirse en los asuntos de Ucrania.
Rusia niega esto y califica de inaceptables estas acusaciones.
Moscú ha declarado en múltiples ocasiones que no es parte del conflicto y está interesada en que Ucrania supere la crisis política y económica.El arreglo de la crisis ucraniana ha sido discutido en reuniones de diversos formatos, en particular, durante los encuentros del Grupo de Contacto en Minsk, con mediación de Rusia y la OSCE.
El último encuentro del Grupo de Contacto de Minsk el pasado 12 de febrero concluyó con la aprobación de un Complejo de medidas para el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, en particular, el cese al fuego en Donbás a partir del 15 de febrero, la retirada de las armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
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