Los sistemas que tiene el Ejército israelí para evitar estos incidentes: mapas en tres dimensiones, radares de posición, unidades expertas en clima…vea el vídeo
El Ministerio de Defensa da por buenas las conclusiones del informe sobre la muerte del cabo Soria en Líbano tras el impacto de un proyectil de artillería israelí. Sin embargo, entre los artilleros españoles continúan las dudas de esta versión oficial. Algunos de ellos explican los mecanismos y sistemas que tiene Israel para evitar este tipo de incidentes.
Obuses autopropulsados M109 israelíes disparando proyectiles.
Israel achaca a una “cadena de errores” el fallo de sus artilleros que acabó costándole la vida al cabo Soria. Lo mató un proyectil de 155 milímetrosdisparado por una batería de artillería situada a 16 kilómetros de distancia.
Una distancia próxima al “máximo alcance eficaz” del arma, tal y como figura en el informe hispano-israelí sobre la muerte del casco azul español. El objetivo era una zona a 500 metros del puesto 4-28 de la ONU, un “riesgo excesivo” teniendo en cuenta la escasa distancia de seguridad.
A la vista de los datos revelados por este documento, que presentó este martes en el Congreso el ministro Pedro Morenés, El Confidencial Digital ha contactado con expertos militares en artillería, con amplia experiencia en el uso de este tipo de armamento, para conocer su parecer al respecto.
“Obviaron la posición del puesto”
“Es uno de los tiros más arriesgados que he visto en toda mi carrera. Yo nunca hubiera dado orden de disparar en esas condiciones” explica un oficial de artillería ya en la reserva, con décadas de servicio en uno de los principales regimientos de artillería de campaña del Ejército español. “Conocían la ubicación del puesto, pero a todas luces la obviaron. Pensaron que con el aviso sería suficiente para que se pusieran a cubierto” valora.
Para otro militar con experiencia en dicho campo, aún en activo, el disparo de Israel “es la definición gráfica de imprudencia”. Las opiniones son prácticamente unánimes. Y lo explican.
El viento
En primer lugar, la versión de Israel asegura que en ese momento, las unidades de artillería que respondieron al ataque de Hizbulá “no disponían de boletines meteorológicos”. El viento soplaba a velocidades de entre 30 y 45 kilómetros por hora, lo que puede provocar que el proyectil se desvíe unos 300 metros.
Sin embargo, tal y como aseguran las fuentes militares consultadas, el Cuerpo de Artillería del ejército hebreo cuenta con unidades especializadas en meteorología que operan conjuntamente con los técnicos de las piezas de artillería destinados en la frontera con Líbano.
Estas unidades están encuadradas dentro de las denominadas ‘divisiones de localización’, cuya misión es ubicar con extremada precisión las áreas desde las que se lanzan los cohetes enemigos, así como ayudar a calcular las trayectorias de tiro de artillería en respuesta a los ataques.
Disponen para ello de avanzada tecnología, como el radar Nurit o el Raz, utilizados para determinar la trayectoria exacta de los cohetes Qassam y Katyusha con los que los terroristas de Hizbulá o Hamas atacan las poblaciones israelíes de la frontera.
El último de ellos, el Raz, tiene una precisión “cercana al 100 por 100” aseguran las fuentes militares consultadas. Fue probado en fase experimental durante los últimos días de la Operación Plomo Fundido, la ofensiva militar desarrollada entre2008 y 2009 en Gaza para acabar con las infraestructuras de Hamas.
Según explican las voces arriba citadas, su funcionamiento “es bidireccional”, es decir, los datos obtenidos –como la intensidad del viento- para calcular las trayectorias y el lugar exacto de lanzamiento e impacto de proyectiles enemigos son utilizados luego para el contraataque de respuesta.
La altura de la torre
Otro de los argumentos que esgrime Israel en su defensa, y que no ha convencido entre los militares españoles, es que la IDF –Fuerzas de Defensa de Israel- conoce la ubicación de las instalaciones de UNFIL, pero sólo de planta –es decir, en dos dimensiones-, no de alzada.
Por lo tanto, según esa versión, los artilleros israelíes desconocían que en ese puesto de la ONU se encontraba la torre sur, con una altura de 3 pisos, paredes de hormigón armado y cristales blindados. La torre en la que se encontraba el cabo Soria cuando fue alcanzado por el proyectil.
Las fuentes militares consultadas insisten: el mando de UNFIL traslada a Israel todos los emplazamientos exactos de sus instalaciones, así como las modificaciones que se realizan en la morfología de los puestos. “Incluidos datos de alzada” aseguran.
Mapas en 3D
Además de ser informados por parte de la ONU del emplazamiento exacto –altura incluida- de dicho puesto, la inteligencia militar israelí dispone de tecnología puntera con la que han mapeado todo el terreno que hay al otro lado de la ‘Blue Line’ –la frontera con Líbano-.
Estos mapas son enviados a las fuerzas desplegadas en la frontera con Líbanopara que, ante cualquier operación o respuesta armada, dispongan de datos precisos sobre lo que se van a encontrar.
Mediante información obtenida gracias a aviones no tripulados, las unidades cartográficas del ‘Aman’ – Dirección de Inteligencia militar de Israel- dispone de un completo mapa en tres dimensiones de las poblaciones y edificaciones que existen en la frontera con Líbano.
Israel incluso ha mostrado a la prensa cómo funciona este sistema, tal y como puede comprobarse en el siguiente vídeo:
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