La carencia que sientes, las ganas de tener más que sientes, vienen de un vacío afectivo infantil nutricional, el sentimiento de carencia siempre viene de la nutrición. Si no fuimos suficientemente protegidos o acariciados o apoyados o vivimos episodios en los que nuestros padres se quejaban del trabajo, de lo mucho que trabajaban, de lo difícil que era todo, o si se privaron de diversión; todas esas cosas te desnutrieron, y la desnutrición en la edad adulta se refleja en un sentimiento de carencia, de vacío interior doloroso. Es como si una pequeña vocecita te dijera “no hay suficiente”, “no tengo suficiente”, “quiero más”. Y es cierto, tienes derecho a más, siempre lo tuviste. Cuando viniste a este mundo tu pequeño corazón puro sabía que el amor era más que eso que estabas recibiendo y para no sufrir bloqueó “la recepción”, es como si en tu subconsciente hubieras pensado, si pido poco no sufriré, si me conformo no sentiré la falta de amor, y te quedaste ahí. Ahora te persigue ese sentimiento en la economía, en el trabajo o en el dinero en general. Tienes que trascender ese sentimiento. Formas de hacerlo:
1. Piensa que ese sentimiento no es tu esencia, fue creado por tu mente para intentar protegerte del dolor que sufrías de pequeño.
2. El amor es una energía que no le pertenece a ninguna persona en concreto, el amor está ahí para tomar de él lo que queramos, por lo tanto no vincules tu amor al que te pudieron dar o no en tu infancia, vincula el amor a una fuerza universal, es esa fuerza la que da el amor, y según la persona, ese amor se personifica en ella más o menos. Así que deja de pedir inconscientemente amor a tus padres, pídeselo al Universo, él te dará todo el que le pidas, sin condiciones.
3. Cuando te sobrevenga un nudo en el estómago o en la garganta o en cualquier parte del cuerpo ante ese sentimiento de carencia, siéntate, respira, el aire es un alimento para tu energía, bebe agua mineral, y crea una impresión mental de bondad, amor y abundancia en tu cabeza, mantén esa impresión todo el día, agárrate a ella cada vez que te sientas mal, piensa que esa impresión mental es el mayor alimento para tu energía, más que el aire y el agua. Sin agua se puede vivir varios días, sin aire se puede vivir varios minutos pero sin impresiones mentales no se puede vivir ni un segundo. Tu impresión mental será cualquier imagen, recuerdo, proyección futura, persona, música, aroma o situación que te haga llenarte de paz, o de amor, de plenitud y de bondad.
Así recobrarás la verdad, que es, que siempre fuiste, eres y serás un ser abundante, con todo el amor disponible para ti y toda la abundancia, diversión y experiencias que quieras vivir. Desvincúlate de ese miedo primigenio lo antes posible, recuerda que no es tuyo, lo creaste, y lo que se crea se puede modificar, deshacer y volver a crear.
Un fuerte abrazo ¡y a por todas!
Ruth Carrillo
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