Pero conforme otras situaciones se van produciendo y van aportando más dolor, y como no consiguen expresarse ni ser comprendidas por el consciente, no desaparecen simplemente, sino que quedan guardadas en nuestro inconsciente; allí se van sumando a las anteriores hasta un momento en que la mente ya no soporta más y busca un canal de expresión: el cuerpo. Eso es la somatización.
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Publicado por María Angélica Sassone en SINCRO-DESTINO
Por desgracia, dos amigas mías murieron por somatizar su situación insoportable.