El pasado viernes, la Cámara de Representantes de EEUU aprobó una masiva Autorización de Defensa Nacional para 2016 que garantiza la participación de Estados Unidos en más guerras y más intervenciones en el extranjero en los próximos años.
La mayoría republicana recurrió a todo tipo de trucos para evadir las limitaciones de gasto militar impuestas por la Ley de Control de Presupuesto de 2011.
La Cámara autorizó un gasto extra de 89.000 millones de dólares para un fondo de emergencia en caso de guerra.
Irónicamente, una buena parte de este dinero de “emergencia” irá a la guerra que el presidente Obama tiene montada contra ISIS, una guerra que ni la Cámara ni el Senado de EEUU han debatido ni mucho menos autorizado.
Los neoconservadores han hecho creer a la gente que bajo la Administración Obama, el presupuesto militar se está reduciendo, cuando en realidad, es todo lo contrario. El instituto CATO señaló hace poco, que el presupuesto de defensa medio del presidente George W. Bush fue de 601.000 millones de dólares, mientras que durante el gobierno de Obama, el promedio ha sido de 687.000 millones de dólares.
Este proyecto de ley es otro ejemplo más de esta tendencia malsana.