Escrito por Félix Román Negrín Rodríguez
Estamos viviendo en la actualidad una vida donde todo pasa muy deprisa, donde todo transcurre con nuevos avances de la tecnología, nuevos descubrimientos de la ciencia, y nuevos sistemas de alimentación muchas veces sin que nos demos cuenta.
Pero siendo así debemos de pensar que habiendo más y nuevos sistemas de alimentación la humanidad tendría mayor capacidad, mayor relieve, más y mejor nivel de vida, y un índice de salud envidiable, evidenciando así vivir más tiempo, más años.
Desgraciadamente no es así. Desgraciadamente todos sabemos o gran parte de la humanidad sabemos los planes de la élite para el exterminio de la población mediante los sistemas de alimentación a través de transgénicos que consisten en la alteración de los productos alimenticios.
Los alimentos transgénicos son aquellos productos modificados mediante procesos altamente cuidadosos, de ingeniería en los que se les insertan genes exógenos de otras especies a animales o plantas.
Es aquel cuyo material genético es manipulado en laboratorios donde ha sido diseñado o alterado deliberadamente con el fin de otorgarle alguna característica específica. Comúnmente se les denomina transgénicos, y son creados artificialmente en laboratorios por ingenieros genéticos.
Pero… ¿Las especies transgénicas serían incapaces de sobrevivir en la naturaleza? ¿y usted qué opina?
En el último medio siglo la población mundial se ha multiplicado, mientras que el aumento del rendimiento de los cereales, se ha multiplicado por tres. Las mejoras de producción se han conseguido entre otros, aumentando la superficie cultivada, el agua y los abonos utilizados.
La humanidad ha logrado aumentar la producción y la calidad de los alimentos a lo largo de su historia, gracias a la modificación constante de las plantas desde el Neolítico. Pero en los próximos 50 años los seres humanos tendrán que producir más alimentos de los que han cultivado durante toda su historia.
Así lo advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). A ello se suman los efectos del cambio climático. Además en el último medio siglo la población mundial se ha duplicado, mientras que el aumento de los rendimientos de los cereales, se ha multiplicado por tres. Las mejoras de producción se han conseguido entre otros, aumentando la superficie cultivada, el agua y los abonos utilizados.
No obstante, “esto ya no es posible, lo que nos obliga a utilizar todas las herramientas a nuestro alcance, como la mejora en el conocimiento básico de la genética de plantas”.
Las especies del futuro: cómo conseguir más con menos. Ahora, uno de los retos del futuro de la agrogenómica es conseguir variedades de plantas más eficientes para aumentar la producción, sin incrementar los recursos de espacio, agua, y abono invertidos al cultivarlas. Para lograrlo, los científicos se centran en cómo resolver el problema de la alimentación, en una población que no deja de crecer.
Muchos países que producen y dependen del arroz, doblaran sus habitantes en el año 2050 y éste cereal ya es la base de la alimentación del 50% de la población mundial. Para mejorarlo es necesario que el arroz sea más resistente, más fácil de cultivar, y más nutritivo.
¿Cómo han cambiado los vegetales que comemos?. La domesticación es el proceso por el cual la humanidad desde hace más de 10.000 años, han ido seleccionando las características que mejor servían de cada planta dirigiendo así en gran medida su evolución.
Más allá de los transgénicos una vez conocidas estas modificaciones, ¿cómo se pueden emplear para mejorar los cultivos?. Estos cambios en las variedades vegetales se conseguían de forma intuitiva. Ahora, gracias a la investigación científica, existen diferentes técnicas de mejora más precisas, como la selección asistida por marcadores, o la transgénica, que es la última que se ha incorporado en la mejora de las plantas.
Nos alimentamos de especies inventadas por el ser humano fruto de la modificación genética como el maíz. Los transgénicos no son ni la única, ni la completa solución.
En resumen, consumir alimentos transgénicos no es buena opción. Hay que recordar que las empresas transnacionales están detrás de este negocio, y velan únicamente por, y para sus intereses económicos a costa de la salud pública, y el deterioro del medio ambiente
Gracias domi por el aporte, todo lo que han tocado las transnacionales, no es pensando en nuestro bienestar, mientras mas despiertos estemos, mas posibilidad que ellos se debiliten.