Mucho se dice acerca de la transición que ahora estamos experimentando.

Es un hecho cósmico, un despertar social, ¿o tal vez una convergencia en espiral de influencias atemporales destinadas a llevar a la humanidad a su verdadera conciencia?

Nunca es saludable sobre-espiritualizar cualquier suceso o fenómeno, pero estos se han convertido en cuestiones muy reales, pero esotéricas.

Está claro que el paradigma actual de engaño se está desmoronando ante nuestros ojos y que una gran transformación en la conciencia humana está teniendo lugar. No podemos negar eso, a pesar de las furiosas actividades socio-geopolíticas desplegándose ante nosotros y la negación de observadores escépticos.

Lo que tiende a ser seriamente minimizado es nuestro facultado lugar en todo esto.

¿Qué podemos hacer frente a un ataque así?

¿Hay un papel que jugamos?

¿Por qué la sensación de impotencia cuando vemos nuestra cielos, la comida y el agua cerrados con toxinas y nuestras sociedades se contraen como si fueran destinadas a traer nuestra desaparición?

DE PIE ANTE LA TORMENTA

Sepa que ser llamado para un momento como éste es esencial.

Hay bases sólidas que tenemos, a pesar del caos que presenciamos día a día. No es casualidad que estemos aquí, ya no digamos que despertemos en este momento. Ver claramente lo que está ocurriendo a nuestro alrededor es quizás la pista más grande de que la solución está en nosotros y su manifestación está muy a la mano.

Pero necesita nuestra participación. Ésa es la clave.

La activación en respuesta consciente es nuestro llamamiento unificado, en cualquier forma en que somos llamados. Individual y colectivamente somos la fuerza que ellos temen y por lo tanto estamos tratando con tal manera draconiana, que en sí misma es testimonio del poder que nosotros poseemos.

Esto no se puede enfatizar lo suficiente.

Esto ya ha sucedido antes

No muchos son conscientes del hecho de que Buda, Lao Tse, Confucio, Zoroastro y los primeros filósofos griegos espirituales estaban todos vivos en el mismo corto período de tiempo, hace aproximadamente 2,500 años.

También esa fue una época de gran despertar, sin la ayuda de las habilidades de comunicación de hoy en día ofrecidas por el Internet. Algo se estaba cocinando en esa edad de oro de oportunidades, la verdad que ha sonado a través de la historia.

Esto hace nuestro despertar exponencialmente más profundo, así como más poderoso en el gran esquema de nuestra historia planetaria.

Se nos ha dado las herramientas para responder. En el amor, en la verdad y en el conocimiento y la comprensión completa. Esta vez es por eso que nuestra generación es tan ferozmente temida, así como opuesta. Hacer realidad esto es una fuente de gran aliento para cualquiera vacilante en sus nuevamente encontrados descubrimientos y convicciones.

Verdaderamente somos una marea de la verdad empoderada que está barriendo el mundo, a pesar de todas las apariencias externas en sentido contrario.

Edades y Sabios – El Tiempo es Ahora

La convergencia que estamos viviendo tiene todo para emocionarnos.

No dudes de tu voz interior. Tenemos la plena convicción y no necesitamos ser movidos por los ladridos del tecnofascismo ni por tácticas del estado policial.

Tenemos que operar en calma, confiando, sabiendo que lo que se ha establecido en nuestro corazón es la verdadera naturaleza de la humanidad y de nuestro planeta, y que estas maquinaciones de una especie de infierno imaginario son simplemente eso: falsas, armas fabricadas de intimidación basadas en el miedo, diseñadas para desestabilizar nuestro sentido de equilibrio del corazón en la verdadera realidad del mundo como debería, podría, será y ya es.

Es todo sobre el individuo. Estamos solos, pero juntos. Nos movemos con honor y dignidad. Hablamos la verdad, en amor. Nuestra fuerza, aunque sea sólo una sola, es más de lo que la mentira puede manejar. En esa convicción el corazón gana. No importa el resultado aparente de alguna escaramuza superficial, nosotros ganamos. Porque la verdad siempre gana. Siempre.

Sepa eso. Sus acciones seguirán, una a la vez. Confíe en su corazón. Pero sepa que la hora es tarde. Retrasar su verdadero papel ya no es una opción.

Manténgase de pie y entregue.

El resto seguirá…