1. Las negociaciones están paralizadas porque los acreedores de Grecia (a) se negaron a reducir nuestra deuda pública imposible de pagar e (b) insistieron en que fuera pagada “paramétricamente” por los miembros más débiles de nuestra sociedad, sus hijos y nietos.
2. El FMI, el Gobierno de Estados Unidos, muchos otros gobiernos en todo el mundo y la mayoría de los economistas independientes creen –junto a nosotros– que la deuda debe ser reestructurada.
3. El Eurogrupo admitió (en noviembre de 2012) que la deuda debía ser reestructurada, pero se niega a comprometerse a una reestructuración de la deuda.
4. Desde el anuncio del referéndum, la Europa oficial ha enviado señales de que está dispuesta a discutir sobre la reestructuración de la deuda. Estas señales demuestran que la Europa oficial también votaría NO en su propia oferta “final”.
5. Grecia permanecerá en el euro. Los depósitos en los bancos griegos están seguros. Los acreedores han elegido la estrategia del chantaje basada en la caída de los bancos. El impasse actual se debe a esta decisión de los acreedores, y no a que el Gobierno griego haya interrumpido las negociaciones o a cualquier idea griega sobre Grexit y devaluación. La posición de Grecia en la Eurozona y en la Unión Europea no es negociable.
6. El futuro exige una Grecia con orgullo dentro de la Eurozona y en el corazón de Europa. Este futuro exige que los griegos digan NO en voz alta el domingo, que continuemos en la Zona Euro y que, con el poder que nos dé el NO, renegociemos la deuda pública de Grecia, así como la distribución de la carga entre los que más tienen y los que menos tienen.
Fuente: http://www.eldiario.es/rastreador/razones-Varufakis-votar_6_404619558.html