«La situación relacionada con la deuda griega podría ser la parte oculta del iceberg», escribe Mounier en un artículo de opinión publicado por el diario francés ‘Boulevard Voltaire’.

«Una economía real fue saqueada por una economía virtual, tan bien explotada por la economía financiera», añade el autor.

El columnista explica que la economía real, «la relativa a los productos y servicios en el mundo», equivale a alrededor de 73.000 millones de euros, tan solo un 2% de la economía mundial, mientras que el 98% restante corresponde a «la economía que no produce nada más que crisis financieras como la de 2008, de la que hoy tenemos que pagar la factura».

El día que la mafia de las altas finanzas decida saquearle a usted, la mafia solo tendrá que dar una orden al leviatán y su dinero se convertirá en humo

En otras palabras, prosigue Mounier en su artículo, hay dos economías diferentes: «Una que se apoya en el trabajo de las personas, en el sudor, y otra que podría llamarse la economía artificial, virtual, generada por máquinas o, específicamente, por robots computarizados cargados de algoritmos financieros».

De acuerdo con el columnista, hoy en día la bolsa de valores de París, al igual que la de Bruselas o Luxemburgo, se ha trasladado a las afueras de Londres, a un pequeño pueblo llamado Basildon.

«Toda la economía mundial se juega en un gran edificio discreto, con gruesos muros de cuatro metros, donde hay ordenadores que funcionan de manera autónoma y que dan órdenes en todo el planeta a una velocidad de 0,005 segundos», describe Mounier, detallando que en la jerga financiera esto se llama «‘la negociación de alta frecuencia’, con la idea de decir que si un día hay un error, todo el mercado de valores colapsará, y nosotros también».

Una economía real fue saqueada por una economía virtual, tan bien explotada por la economía financiera

La razón es que, cuando uno compra acciones con dinero real, este dinero real pasa a un sistema informático, y «el día que la mafia de las altas finanzas día decida saquearle a usted, la mafia solo tendrá que dar una orden al leviatán y su dinero se convertirá en humo».

«La pregunta que tenemos derecho a hacer es: ‘Pero, ¿dónde está mi dinero?'», señala el columnista, que prosigue: «La respuesta es, sin duda: en los bolsillos de los que manipulan nuestra política, y que no hacen absolutamente nada para regular las altas finanzas».

Un posible objetivo de estos estrategas, según Mounier, sería utilizar la deuda de las naciones para llevarlas a una nueva versión de la Torre de Babel: «un solo pueblo, una sola lengua y una moneda única virtual, para llegar a la utopía de un Gobierno mundial, donde los políticos sean de alguna manera los escogidos de Dios».

«Si Grecia no se somete a los dictados de la Troika, que le imponen un aumento de la austeridad que podría causar hasta una guerra civil, nosotros (España, Italia, Francia) también conoceremos una primavera europea», concluye el autor del artículo.