El niño que estudiaba en la calle a la luz de un McDonalds

A la luz del restaurante de una multinacional de comida rápida, por la noche, y de rodillas frente a un banco en el que se sostenía un libro, así se encontró una joven estudiante de medicina a Daniel Cabrera. Es un pequeño de nueve años que estudia cada noche de esta manera, porque quiere lograr su sueño de convertirse en policía o en médico.

El puesto de comida sin paredes que regenta su madre es el hogar diario de Daniel desde que su familia perdiera su casa en un incendio. Por la mañana va a la escuela, sin comida y apenas sin dinero, y las noches las dedica al estudio. Huérfano de padre, el niño vive con su madre y sus dos hermanos en la pequeña tienda.

La joven que vio al pequeño de 9 años quedó impactada por la escena y tomó una instantánea que colgó en Facebook. Muy poco tardó en hacerse viral, tal y como recoge La Vanguardia. La imagen incluso llegó hasta la cadena ABS-CBN News, que localizó al chico y decidió contar su historia: 80 pesos filipinos (1,60€ euros aproximadamente) es el salario del pequeño, según la cadena.

Futuro policía, como quería su padre

A pesar de las condiciones en las que vive Daniel, él no se da por vencido y lucha con dedicación, aunque tenga que hacer sus deberes a la luz de un restaurante en plena calle, por cumplir su sueño (y el de su padre) de ejercer de policía en el futuro.

© Proporcionado por Los Replicantes

La madre del chico incide en que es muy aplicado: quiere ir a la escuela con el poco dinero que tienen. «Siempre dice: mamá, no quiero ser pobre, quiero alcanzar mis sueños», cuenta la mujer.

Un niño con futuro

Daniel no solo ha conmovido a la cadena que decidió relatar su historia; también las muchas personas que han conocido a Daniel han querido proporcionarle, a él y a su familia, su ayuda. Dinero en efectivo, material escolar, uniformes y una lámpara para leer son algunas de las cosas que los medios dicen que le han dado al niño. La iglesia local, el gobierno y la oficinade seguridad social también han captado donaciones destinadas a Espinosa.

Después de que la foto se hiciera viral y la historia de Daniel saliera a la luz se abrió un proyecto de crowdfunding en una página filipina dedicada al bien social. Actualmente, a más de un mes de finalizar la recogida, la web cuenta con el 439% de la meta que se había propuesto en su inicio. Es decir, de los 50.000 pesos filipinos establecidos en un principio se han superado ya los 218.000 con las donaciones.

La valía del niño ha hecho incluso que se llegue más lejos. Y es que un político regional llamado Samuel Pagdilao habría donado una beca escolar con la que Daniel podría llegar a cubrir sus estudios escolares y los de la universidad. Su madre incluso también habría recibido ayuda con una donación económica con la que podría emprender un negocio.

http://www.msn.com

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