Diversos organismos de protección de los animales han iniciado una desesperada campaña para tratar de salvar la vida de 66 chimpancés abandonados sin comida por un centro de investigación médica, después de haber experimentado con ellos durante años.
El Centro de Sangre de Nueva York experimentó en Liberia, África, con los chimpancés capturados, infectándolos con diversas enfermedades, como la hepatitis, para investigar sobre vacunas.
Los experimentos se realizaban bajo el nombre de Proyecto Vilab, en lo más profundo de la selva, a 40 millas de la capital Monrovia.
Los chimpancés vivían encerrados en jaulas en los islotes conocidos popularmente como ‘Monkey Island’.
El Centro de Sangre de Nueva York, que suministra sangre a alrededor de 200 hospitales de todo Estados Unidos, comenzó a capturar chimpancés salvajes y a comprar a otros que eran mascotas particulares; los experimentos se realizaban en África, puesto que en aquella época (década de 1970), los Estados Unidos prohibió la importación de los chimpancés salvajes.
El programa se inició en 1974 y se clausuró en 2005, cuando los animales fueron abandonados en los 6 pequeños islotes, carentes prácticamente de comida y rodeados de agua salada no potable.
Los animales abandonados, que pasaron su vida en cautividad, no saben alimentarse por sí solos y necesitan de ayuda humana; además, no pueden ser liberados en la selva puesto que además, están infectados con diversas enfermedades.
El Centro se comprometió a cuidar de ellos de por vida, pero este marzo de 2015, rompió su compromiso y ha dejado de financiar las ayudas para alimentar a los animales, debido a los altos costes de mantenimiento.
Los animales han sido abandonados a su suerte y ya habrían muerto de hambre si no fuera por la ayuda de voluntarios de asociaciones de defensa de los animales, que están pidiendo donaciones para financiar los más de 28.000 euros mensuales necesarios para cuidar a los animales diariamente.
Y después nos calificamos a nosotros mismos de civilizados…
Solo hace falta ver las fotos, para darnos cuenta de que estos animales son extremadamente parecidos a nosotros.