Científicos climáticos advierten sobre la posible aparición de un tipo de huracanes nunca vistos con anterioridad en la historia.
Los científicos califican a estas megatormentas como “cisnes grises” y afirman que podrían devastar áreas que se extienden desde Florida a Dubai, pasando por Australia.
Estos “Cisnes grises” son tormentas tropicales extremadamente raras e imposibles de predecir con métodos de previsión meteorológica normales; según los expertos, solo podrían ser anticipados usando simulaciones globales.
Además anticipan que se extenderán a lo largo del próximo siglo, como efecto colateral al calentamiento global.
Esta previsión alarmista se produce pocos días después de que hayan sido fotografiados tres grandes huracanes sobre el Pacífico simultáneamente, por primera vez en la historia, una anormalidad que ha sido achacada al fenómeno climático conocido como “el Niño”, relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial.
Las 3 megatormentas fotografiadas, llamadas Kilo, Ignacio y Jimena representan la primera vez que se pueden ver tres huracanes de gran intensidad sobre el Pacífico, aunque no se espera que ninguna de ellas llegue a tocar tierra.
Por si todas estas amenazas climáticas no fueran suficientes, los meteorólogos advierten de que el fenómeno de el Niño podría ser el más fuerte jamás registrado e instan a los equipos de respuesta ante desastres a que se preparen adecuadamente ante lo que puede avecinarse en un futuro cercano.
Según los estudios, las condiciones actuales guardan muchos paralelismos con el gran fenómeno del Niño sufrido en los años 1997-98 y los pronósticos actuales sostienen que las condiciones de El Niño es probable que duren hasta enero.
Esto podría desencadenar fuertes lluvias e inundaciones en América del Sur y un clima abrasador en Asia y en lugares tan lejanos como África oriental, así como fuertes precipitaciones en la zona noreste del continente americano.