El condenado a muerte al que una silla de ruedas salvó temporalmente de la horca

Abdul BasitImage copyrightReprieve
Image captionAbdul es parapléjico y espera su condena de muerte en una silla de ruedas. Las autoridades pakistaníes han aplazado su ejecución.

Abdul Basit tiene 43 años y su discapacidad le impide mover la parte inferior del cuerpo. Está condenado a muerte, pero las autoridades pakistaníes no saben cómo llevar a cabo su ejecución.

Según el reglamento penitenciario, los presos deben situarse de pie en la horca, antes de que el verdugo coloque el nudo alrededor de su cuello.

Lea: El verdugo que ha ejecutado a decenas y dice «no sentir nada»

Pero, ¿cómo llevar a cabo la ejecución cuando el prisionero no puede ponerse en pie?

Por el momento, las autoridades pakistaníes han decidido posponer el ahorcamiento.

Pero la situación ha llamado la atención sobre el tema de la pena capital en Pakistán, el país que más condenados a muerte tiene en todo el mundo.

condenados a muerte en Pakistán
Image captionPakistán es el país con más condenados a muerte en todo el mundo: 8.000 personas están a la espera de su ejecución.

Efectivamente, en estos momentos se estima que en Pakistán hay más de 8.000 personas a la espera de ejecución.

En diciembre pasado, el gobierno levantó una moratoria a la pena capital, tras un atentado talibán en una escuela de Peshawar que mató a más de 150 personas, la mayoría niños.

Y desde entonces, las autoridades del país han ejecutado a 239 personas, la mayoría de ellas en este año.

Según la asociación Proyecto de Justicia Pakistán, sin embargo, tan sólo 17 de estas personas fueron condenadas por ofensas terroristas.

Y Abdul Basit tampoco está acusado de ello.

«Cruel, inhumana y degradante»

Efectivamente, Basit fue condenado a muerte en el año 2009 por un asesinato que niega haber cometido.

Quedó paralizado de cintura para abajo, después de contraer la meningitis tuberculosa en prisión y tras permanecer en coma durante varias semanas.

Abdul BasitImage copyrightAbdul Basit family
Image captionLa Comisión de Derechos Humanos de Pakistán dice que la sentencia de Abdul es «cruel, inhumana y degradante».

El preso había sido inicialmente condenado a morir el 29 de julio, pero su ejecución fue aplazada después de que el Tribunal Superior de Lahore aceptarauna petición que catalogaba esta sentencia como «cruel, inhumana y degradante».

La petición denunciaba también que había un alto riesgo de que la ejecución «saliera mal», alargando la agonía del condenado, ya que el reglamento no está pensado para una persona que necesita una silla de ruedas.

«Las normas presuponen que el condenado camine hacia la horca, lo cual no es posible en el caso de Abdul», dijo a BBC la portavoz del grupo humanitario Proyecto de Justicia Pakistán, Wassam Waheed.

Y para la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán la ejecución de Abdul supone «una violación de los derechos fundamentales establecidos por la Constitución de Pakistán y por el derecho internacional».

«No lo prohíbe el código penal»

Sin embargo, el 1 de septiembre el Tribunal desestimó el indulto y dijo que llevaría a cabo la ejecución, ya que «ahorcar a un prisionero con paraplejia no está expresamente prohibido por el código penal».

«Activistas de derechos humanos en Pakistán y de todo el mundo están impactados por cómo Pakistán está ignorando los derechos internacionales para el tratamiento de las personas con discapacidades físicas», dijo la presidenta de la Comisión, Zohra Yufuf, en un comunicado publicado el 22 de septiembre.

ataque talibán en 2014Image copyrightAP
Image captionEl primer ministro restableció la pena de muerte tras el ataque talibán en una escuela de Peshawar, en 2014.

Yufuf denunció en su nota que «la petición de misericordia para Abdul todavía está pendiente y su ahorcamiento supondría una ofensa contra la justicia civilizada«.

«Este caso plantea serias cuestiones sobre la insensibilidad del sistema judicial pakistaní hacia las normas humanitarias y define al estado y a la sociedad pakistaníes como entidades barbáricas. El presidente Mamoon Husain debe urgentemente conceder el indulto a Abdul Basit».

Por su parte, Brad Adams, director de la ONG Human Rights Watch en Asia, dijo que «en lugar de confrontar la crueldad inherente a la pena capital, Pakistán está discutiendo cómo colgar a un hombre en una silla de ruedas».

«El gobierno pakistaní debería establecer una moratoria oficial de la pena de muerte, en lugar de enviar más personas como Abdul Basit a la horca», agregó Adams.

Alta tasa de menores

El corredor de la muerte pakistaní es el que más condenados tiene en todo el mundo y muchos de los presos sentenciados a muerte llevan más de una década en prisión.

dibujo de Aftad BahadurImage copyrightAftab Bahadur Reprieve
Image captionAftad Bahadur, menor de edad condenado, ilustró su situación durante su estadía en prisión.

La mayoría de ellos son hombres, aunque también hay algunas mujeres. Una de las más conocidas es la cristiana Asia Bibi, condenada por blasfemia en 2010.

Bibi, madre de cinco hijos, fue acusada de insultar al profeta Mahoma y fue sentenciada a muerte, a pesar de su insistencia en que las pruebas habían sido fabricadas.

Algunos de los 27 crímenes que implican la pena de muerte en Pakistán son actos de terrorismo, violación y adulterio.

Sin embargo, en Punjab, la provincia más poblada de Pakistán, 226 prisioneros fueron condenados a muerte por «ofensas no letales».

Y los grupos de derechos humanos también están preocupados sobre la alta tasa de menores que se enfrentan a la pena capital en Pakistán, algo que es ilegal según el derecho internacional.

Pero en Pakistán no es fácil determinar la edad de muchos de sus ciudadanos ya que, especialmente en comunidades pobres, muchos nacimientos no fueron registrados.

Y sus ejecuciones se llevaron a cabo, a pesar de las protestas de las organizaciones humanitarias.

Nawaz SharifImage copyrightAFP
Image captionNawaz Sharif derogó la moratoria «para poder luchar más efectivamente contra el terrorismo».

Algunas de las ejecuciones de menores son muy recientes.

Aftab Bahadur fue condenado a muerte en junio, a pesar de las campañas de asociaciones humanitarias que alertaban que era menor de edad cuando fue condenado en 1992.

Estos organismos también denunciaron que Aftab fue torturado cuando tuvo lugar la confesión del crimen.

Otro menor, Shafqat Hussain, fue ahorcado en agosto, tras haber sido pospuesta su ejecución en cuatro ocasiones, debido a las presiones de los activistas -y a pesar de que su acusación se produjo en 2004, cuando Hussain era menor de edad.

Lea: Pese a protestas, Pakistán ejecuta a preso que cometió crimen cuando era menor

Estos son sólo algunos ejemplos. En total, hay más de 1.000 menores en los corredores de la muerte pakistaníes, según Proyecto Justicia Pakistán.

Cuando el primer ministro Nawaz Sharif anunció el levantamiento de la moratoria de la pena de muerte en diciembre de 2014, las Naciones Unidas y los defensores de derechos humanos condenaron la medida y advirtieron que ésta no era una solución para impedir más ataques talibanes.

«El gobierno está reinstaurando las ejecuciones para hacer frente a los problemas de orden público del país, pero no hay ninguna prueba de que la pena de muerte tenga un efecto disuasorio para los terroristas», explicó a la BBC la activista de Amnistía Internacional, Maya Pastakia.

«Un terrorista suicida no va a dejar de actuar porque exista en ese país la pena de muerte».

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150922_pakistan_paraplejico_pena_muerte_lb

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