En Moon City o “La Ciudad Secreta”, otros de los puntos sagrados de los aborígenes australianos, también se libraron duros combates entre el dios del Sol que llegó del cielo en una nave y el dios de la Tierra. Los vestigios de estas luchas quedaron reflejados en los extraños monolitos y formas que se encuentran diseminados por toda Australia, como Ayer´s Rock, Moon City o la Montaña de Muchas Cabezas (Olgas), producto, según la ciencia oficial, de erosiones de tipo natural, pero los aborígenes contradicen esta teoría y aseguran que son los restos de ciudades construidas por los “arientas” y “luritchas”, seres que eran mitad hombre y mitad animal. En Moon City, muchos dibujos rupestres fueron destruidos por los aborígenes para preservar los misterios y tradiciones de estos pueblos a la llegada de los occidentales. Ciudades subterráneas, los “yowie” una especie de hombres mono, las “Min-Min”, luces que recorren a gran velocidad el desierto australiano, forman parte también de los mitos y tradiciones de Australia.
Hasta hace muy pocos años se pensaba que los primeros pobladores de Australia habían aparecido como máximo hace unos 65.000 ó 70.000 años. Sin embargo en Kimberley se han localizado restos fósiles humanos que se aproximan a los 200.000 años de antigüedad. Básicamente hay tres tipos de raza clasificados por los antropólogos: La raza negra, procedente de migraciones de África, los “murrayanos”, que deben su nombre al asentamiento junto al río Murray, de piel clara y que genéticamente procederían de China, y por último los “carpentarios”, raza asentada en torno al Golfo de Carpentaria, procedentes en esta ocasión de la India.
Continuando con las leyendas del Tiempo de los Sueños, en otro tiempo una raza de gigantes vivía en Australia, y su altura alcanzaba en algunos casos los 5 metros. En mayo de 1970 fue descubierta una huella de un pie humano de 59 centímetros de largo por 18 de ancho. Una impresión en yeso se puede ver en el Mount York Natural History Museum en Mount Victoria. Hachas de mano, mazas, cuchillos y otras herramientas cuyo peso oscila entre los 5 y 16 kilos han sido localizadas en excavaciones en las Montañas Azules de Nueva Gales del Sur. Estas herramientas sólo pudieron ser fabricadas y utilizadas por gentes de estatura y fuerza descomunal, seres con una talla el doble de la de una normal. La datación de estos aperos se fijó en torno a los 100.000 años.