Supriyo Chatterjee
Tlaxcala.org
(Traducido por Manuel Cedeño Berrueta)
Kisan Bapat Baburao o Anna (‘Respetado Hermano’) Hazare, de 74 años, ex chofer de camión en el ejército de India, acaba de levantar una de sus muchas huelgas de hambre contra la corrupción, esta vez exigiendo que el gobierno y el parlamento acepten su versión de la ley del Jan Lok Pal (Defensor del Pueblo). Su movimiento ha puesto a la defensiva al gobierno y al partido mayoritario en el Congreso, y está ganando apoyo, principalmente de la clase media y de otros sectores que llaman la atención, como lo es una gran cadena de prensa que introdujo el periodismo mercenario en la India, ofreciendo a los políticos publicar propaganda política como si fueran noticias durante las últimas elecciones generales.
Quizás Anna Hazare dure más que otros espectáculos políticos, aprovechando el descontento popular contra la corrupción, pero hay razones para dudar si esto es el comienzo de una auténtica lucha popular o de un movimiento autocrático y mesiánico.
Hazare nació en una humilde familia campesina en el estado de Maharashtra, cuando era adolescente vendía flores en las calles de Bombay (ahora Mumbai), y se alistó en el ejército. Parece que su epifanía ocurrió durante la guerra contra Pakistán en 1965, cuando fue el único sobreviviente de un ataque contra su convoy. Sobrevivió a otro accidente de tránsito en los años setenta, dejó el ejército y volvió a su aldea natal, Ralegan Siddhi, en Maharashtra. Durante las décadas siguientes, Hazare transformó a Ralegan Siddhi de ser una aldea atrasada, desmoralizada y afectada por sequías, donde el único trabajo era la producción ilícita de bebidas alcohólicas, en una aldea productiva y funcional.
El estado indio reconoció a Ralegan Siddhi como un modelo. Para librar a la aldea del alcoholismo, este santo mediático azotaba personalmente a los borrachos con su cinturón después de atarlos, diciendo que esas medidas severas eran necesarias porque la India rural era un lugar cruel. Desde comienzos de los noventa, Anna Hazare se involucró en una serie de confrontaciones con el gobierno estatal de Maharashtra por cuestiones de corrupción y el derecho a la información. Su arma siempre fue la huelga de hambre. Su exigencia por un poderoso Defensor del Pueblo lo catapultó al escenario nacional el año pasado.
Esta vez, la gente común y corriente está oyendo su mensaje debido a varios escándalos de corrupción y la obvia falta de voluntad del estado para actuar. La India es un país corrupto. Más específicamente, el estado indio y sus funcionarios generalmente son corruptos. El uso de cargos públicos para beneficio personal es casi la norma y hay que pagar por todo servicio prestado por las instituciones del estado, incluso los que por ley son gratuitos. La corrupción es un “negocio de alta rentabilidad y sin riesgos”, y para los pobres significa una doble extracción de plusvalía.
Noventa y uno por ciento de todas las exigencias de soborno provienen de funcionarios del estado. El enorme costo de las numerosas campañas electorales y la economía neoliberal han convertido a los políticos y las grandes empresas en compinches en este delito. Según un cálculo:
- India perdió 462 mil millones de dólares en flujo de capital ilegal entre 1948 (un año después de la Independencia) y 2008.
- El flujo ilegal es más del doble de la deuda externa de India, que es de 230 mil millones de dólares.
- El total de la fuga de capitales de la India representa el 16,6% de su PIB.
- Alrededor del 68% de la pérdida de capital de la India ha ocurrido desde la apertura de la economía en 1991.
- Los millonarios y las empresas privadas son los principales impulsores del flujo ilegal de capitales.
- La proporción de dinero que las empresas indias transfirieron de bancos en países desarrollados a paraísos fiscales aumentó de 36,4% en 1995 al 54,2% en 2009.
Hay malestar generalizado por la corrupción, el desencanto con los partidos políticos existentes y un consenso de la clase media emergente de que solo un gobierno autoritario podría acabar con el sistema con métodos poco ortodoxos. Anna Hazare llena este vacío. Él quiere un organismo anticorrupción autónomo a escala nacional que pueda castigar a los políticos, incluido el Primer Ministro, a jueces y burócratas, sin interferencia del Parlamento o cualquiera otra entidad. Obviamente esto no le gusta al gobierno indio, que ha propuesto una legislación alternativa, tan blanda que no satisface a nadie.
¿Tendrían problemas con su movimiento los ciudadanos indios que tienen que soportar la corrupción en la India? Los partidos parlamentarios están en contra, argumentando que la ley de Hazare disminuiría al parlamento y establecería un precedente para que otros desafiaran al Estado. Este consenso incluye al gobernante Partido del Congreso y al principal partido opositor, el BJP, que es pro-hindú y está contra las minorías, aunque hay indicios de que este acuerdo no va a durar. La izquierda parlamentaria está de acuerdo con este discurso; para ellos, Anna Hazare es mesiánico.
La izquierda no-parlamentaria, no-maoísta de la India, que aunque está escindida y tiene poca capacidad de movilización es la más decidida a abrir espacios democráticos, está dividida sobre este movimiento. Está de acuerdo con que este movimiento está dirigido por las castas y elites altas hindúes; que promueve el culto a la personalidad de Anna Hazare (a quien identifican correctamente como un autoritario instintivo y derechista); que el movimiento utiliza simbolismos retrógrados; que le falta visión para organizar a la gente aunque dice tener un apoyo numeroso para presionar al gobierno, y que la solución propuesta fortalece al estado en lugar de democratizarlo.
Elitismo: El “‘Equipo Anna”, como lo promueven los medios de comunicación, está compuesto por burócratas retirados de alto perfil, abogados y miembros de la sociedad civil con financiamiento de la Fundación Ford. Recibe fuerte apoyo de los canales de televisión y las redes sociales para movilizarse. También ha recibido la aprobación de celebridades de la poderosa industria cinematográfica india, emprendedores líderes religiosos con grandes corporaciones e imperios empresariales propios.
Culto a la personalidad: El Equipo Anna ha ideado el lema Anna es India e India es Anna. La última vez que se escuchó algo parecido fue cuando Indira Gandhi, para entonces Primera Ministra de India, declaró el estado de emergencia interna en 1975 y suspendió todos los derechos y libertades. Su partido usó el mismo lema para aplastar a la disidencia.
La gente del equipo de Anna no escucha la opinión de los demás. No se han comprometido con otros que han sugerido un
enfoque diferente sobre el Defensor del Pueblo. Hazare elogió públicamente el hombre más aborrecido por la derecha, Narendra Modi, el jefe de gobierno del estado de Gujarat, amado por los medios de comunicación y las corporaciones y quien había organizado un pogromo contra los musulmanes en su estado. Luego Hazare se retractó, aunque muchos piensan que fue solo por apariencias políticas.
Simbolismo: El uso intencional que hace el movimiento Hazare de simbolismos del pasado es incómodo para muchos. Arundhati Roy hace una dura crítica de esto. Los gorros estilo Gandhi para autopromoción, el uso excesivo de la bandera nacional y lemas nacionalistas no ha sido bien acogido por los hindúes de castas bajas y los musulmanes, quienes ven en este movimiento similitudes con una agitación de hace años liderada por las elites hindúes contra la reserva de puestos de trabajo para los indios de castas bajas.
Si la izquierda está unida en el diagnóstico, está dividida de muchas formas sobre la manera de reaccionar. Arundhati Roy dice que el movimiento podría crear otra capa oligárquica; otros califican a Hazare de fascista y a sus seguidores de enemigo de los musulmanes y de los hindúes de casta inferior, y quienes piensan que el movimiento llevaría a un período de mayor autoritarismo.
El ala en favor de la participación sostiene que la izquierda debería estar allí con su voz independiente; que esto es una gran oportunidad y también un grave peligro; que un movimiento no puede ser rechazado solo porque su líder no tiene un currículo del gusto de la izquierda quiere y que el movimiento puede ser radicalizado desde adentro. También apoyan la misión Hazare dos prominentes organizaciones populares indias: la Alianza Nacional de Movimientos Populares dirigida por Medha Patkar, quien dirigió una lucha épica contra una represa en el río Narmada y la Nueva Iniciativa de los Consejos de Obreros, una agrupación de sindicatos independientes que sostiene que la corrupción significa cosas distintas para la clase media india y la clase trabajadora..
Mientras tanto, Anna Hazare observa todo esto con una sonrisa de satisfacción sentado en una plataforma en un parque de Nueva Delhi preparada para él por el mismo gobierno que él combate.
Fuente: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=5834
http://sleepwalkings.wordpress.com/2011/09/21/el-movimiento-anna-hazare-en-la-india-hechos-y-fricciones/
Este artículo es un toque de atención para todos los Desesperados de este mundo.
Cuando las cosas empiezan a agitarse socialmente porque la descompostura de los de arriba claramente aplasta a los de abajo, es cuando pueden surgir movimientos de este tipo, movimientos, que, claramente nacen de las raíces medio-altas y que con banderas y fuertes promociones tratan de atraer a los que están entre dos aguas, es decir a los que todavía no han caído en la desesperación. De hecho, históricamente, y debido a la raíz psicológica neuro-paternalista que han sembrado en nuestros adns a lo largo de miles de años, se da el resultado de que siempre han sido estos abanderados los que acaban por alcanzar el Poder de un país o estado o gobierno; lo que está claro es que ningún esfuerzo que realmente haya intentado salir de las clases más desfavorecidad para erradicar los males desde abajo ha triunfado.
Es importante, pues, que este toque de atención nos sirva a todos para que estemos al tanto con el resurgir de nuevos «partidos políticos», porque es el mismo mal del mal mismo que nos viene hundiendo en la miseria de la desesperación minuto a minuto, y así milenio tras milenio. En este país, ahora, y por lo tanteado de momento creo que no va a surgir nada nuevo, sino que tenemos huevos podridos para largo tiempo, porque el gallinero está corrupto, y lo que es peor, las gallinas adoran a los gallos cacareantes que en el fondo lo único que hacen es cacarear y parapetarse tras su oficio (un dudoso oficio): el de político.
Ninguna «fuerza» o «movimiento» de raíces puras habrá de llevar ese sello, apocalíptico a la larga, ya que depreda a sus congéneres, su espacio envolvente y se traga con cucharones el futuro de la Existencia. Las nuevas raíces emergentes habrán de ser de otra índole (por sus actos u hechos los conoceréis), serán seres que, claramente, huirán de los triunfalismos y de los protagonismos, tendrán muy claro que su «oficio» (pagado con un sueldo, como a los demás humanos, un sueldo razonable por no ser ese oficio ni mejor ni peor que otros, y mucho menos, superior) será el de razonar, supervisar, proponer y acordar con otros oficiantes lo que sus pueblos precisan, siendo que en esos acuerdos entren todos los ahora llamados «ciudadanos», que, no sólo con «derechos» (ya que ese es el caramelo pedrusquero con el que mantienen engañados a la ciudadanía), sino con clara noción de que todos somos libres, todos iguales pero distintos y que todos tenemos la Libre Libertad por el Hecho de Haber Nacido, de tener, obtener o que se les de o facilite aquello que precisen para su libre evolución. Esto llevará consigo no sólo a seres humanos totalmente equilibrados, sino colaboradores empáticos con el resto de los seres humanos con quienes, en tiempo, les corresponda vivir el camino de su vida única.