Los métodos anticonceptivos a base de hormonas podrían tener efectos notables en la manera en que las mujeres recuerdan ciertos sucesos, especialmente los más emotivos.
Es sabido que la ingesta de hormonas provoca en el cuerpo humano efectos de muy diversa índole, algunos no siempre dentro del marco de previsiones que los especialistas tienen al momento de administrarlas. Sin embargo, en el caso de la píldora anticonceptiva, a pesar de su antigüedad en el mercado y su popularidad como método para prevenir un embarazo, no se sabe bien a bien cuáles son las consecuencias de su ingesta prolongada. “Existe solo un puñado de estudios que examinan los efectos cognitivos de la píldora pero más de 100 millones de mujeres alrededor del mundo usándola”, dice Shawn E. Nielsen, biopsicóloga adscrita al Laboratorio Cahill de la Universidad de California en Irvine y, junto a otros tres colegas suyos, la responsable de una investigación al respecto.
Este equipo de neurobiólogos llevó a cabo un experimento en el que se tomó a 72 mujeres de entre 18 y 35 años de edad, a quienes se les dividió en dos grupos dependiendo de si tomaban o no la píldora. Una vez diferenciadas, se les ofrecieron dos historias: una breve pero con notoria “carga emocional” (un accidente automovilístico sufrido por una madre y su hijo en el que este quedaba severamente herido) y otra de emociones neutras (en la que un auto simplemente chocaba contra un saliente del terreno). Ambas narraciones estaban acompañadas de 11 fotografías del auto, la madre y el hijo.
Mientras las mujeres veían estas historias, se registraron sus movimientos oculares, así como la dilatación de su pupila, además de que se tomaron muestras de su saliva para identificar la presencia de un biomarcador ligado a la actividad neuronal.
Más o menos una semana después, en un examen sorpresa, se les pidió a las voluntarias que recrearan libremente pero de memoria la historia vista, con los siguientes resultados.
Las mujeres que tomaban la píldora demostraron una memoria casi perfecta para los “sucesos” de la historia, en oposición a las mujeres que no tomaban la píldora y que recordaron en su mayoría meros detalles. Por ejemplo: alguna mujer del primer grupo aseguró que al niño lo había atropellado un automóvil en fuga y que por esto lo habían trasladado a un hospital cercano; una voluntaria del segundo grupo, por el contrario, solo atinó a decir que había un hidrante cerca del carro accidentado o que el hospital estaba pintado de café claro.
Gracias a los datos sobre sus reflejos involuntarios —oculares y salivares— los neurobiólogos pueden afirmar que estas divergencias no se deben al grado de atención prestado a la historia o a la agitación emocional inducida por el contenido. Nada de eso. «Estos descubrimientos», escriben los científicos, «sugieren que el uso de anticonceptivos hormonales modifica la memoria de un evento emocional, debido quizá a que alteran la interacción en la formación de la memoria de las hormonas sexuales y de estrés».
Así que si no recuerdas con precisión un suceso especialmente emotivo, si lo recuerdas en una versión adulterada que otros testigos del mismo no comparten, quizá sea consecuencia de tu método anticonceptivo hormonal.
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