(CNN) — Nota del editor: William J. Bennett, colaborador de CNN, es autor de El libro del hombre: Lecturas en el camino a la madurez. Bennett colabora en el Instituto Claremont de Washington. Fue secretario de Educación de Estados Unidos entre 1985 y 1988 y fue director de la Oficina Nacional de la Política de Control de Drogas durante la presidencia de George H.W. Bush.
Por primera vez en la historia, las mujeres están mejor educadas, son más ambiciosas y podría decirse que más exitosas que los hombres.
Ahora, la sociedad ha celebrado acertadamente el ascenso de un sexo. Dijimos “vamos, ve adelante, mujer”, y lo hicieron. Lo festejamos, pero ¿qué haremos con lo que parecer ser un auténtico declive del otro sexo?.
Los datos no presagian nada bueno para los hombres. En 1970 eran 60% de los graduados; en 1980, el 50%; para el 2006 eran el 43%. Ahora, las mujeres sobrepasan a los hombres por casi tres a dos en la obtención de grados universitarios. Los ingresos de las mujeres crecieron 44% entre 1970 y el 2007, comparado con el 6% de los hombres.
En 1950, el 5% de los hombres en la edad activa estaba desempleado. En el 2010, 20% no tenía trabajo, el mayor nivel hasta ahora. Los hombres aún tienen la mayor parte de los empleos mejor pagados y con más poder, pero las mujeres los están alcanzando y pronto los superarán si las tendencias continúan como hasta ahora.
Las señales de alerta para los hombres van más allá de la billetera. Los hombres ahora están más distantes de la familia o de sus hijos que nunca antes. La tasa de nacimientos fuera del matrimonio es de 40% en Estados Unidos. En 1960, solo 11% de los niños en EU vivía lejos de los papás; en el 2010, el 27%. Los hombres también son menos religiosos que nunca antes. De acuerdo con una encuesta de Gallup, 39% de los hombres dijeron asistir regularmente a la iglesia en el 2010, en comparación con 47% de las mujeres.
Si no crees en los números, solo pregúntale a las mujeres sobre los hombres. Encontrarás que hablan de una adolescencia prolongada y una marcada tendencia a evitar madurar. He escuchado tantas historias de mujeres jóvenes cuestionándose: “¿Dónde hay hombres solteros decentes?”. Hay un déficit de madurez entre los hombres, quienes se están quedando atrás.
Este declive de virtudes —trabajo, matrimonio y religión— llama la atención de analistas en todo el mundo. En su artículo El fin del hombre, Hanna Rosin, descubre una inversión del rol masculino sin precedentes. «El hombre ha sido el sexo dominante desde los albores de la humanidad. Pero por primera vez en la historia eso está cambiando, y con una rapidez sorprendente», escribió Rosin. Los cambios en el trabajo —de la espalda al cerebro— han catapultado a las mujeres a lo más alto de la fuerza de trabajo, y ha dejado a los hombres en la lona.
¿Las mujeres están dejando a los hombres atrás?
La respuesta de los hombres ha sido patética. Hoy, los hombres de 18 a 34 años pasan más tiempo jugando videojuegos por día que un chico de 12 a 17 años. Mientras las mujeres se gradúan de la universidad y encuentran trabajo, muchos hombres se quedan en casa, no se casan y no tienen familias. Las mujeres están tomando el lugar de los hombres de muchas maneras. Esto lleva a una pregunta: ¿Todavía necesitamos a los hombres?
¿Entonces, qué está mal? Cada vez más, el mensaje a los niños sobre lo que significa ser un hombre es confuso. El machismo de las pandillas lo relaciona con la arrogancia. Los videojuegos, la televisión y la música ofrecen dudosas lecciones a los chicos, quienes han sido abandonados por sus padres. Algunos preguntan, ¿qué clase de hombre eres?, pero no ofrecen una explicación.
Las películas están llenas de hombres que se rehúsan a crecer y a comprometerse en las relaciones. Los hombres, algunos obsesionados con el sexo, tratan a las mujeres como juguetes que pueden ser desechados cuando las cosas se complican. A pesar de estas señales, los chicos deben descifrar lo que significa ser un hombre y para muchos de ellos es difícil.
Para que un chico se convierta en hombre debe ser guiado, aconsejado, instruido; debe adquirir hábitos, recibir ejemplos y ser corregido. Esto es una verdad en cualquier época. Alguien lo explicó alguna vez con dos preguntas de Platón: ¿Quién enseña a los niños, y qué les enseñamos? Cada generación tiene la obligación de instruir a los más jóvenes. William Wordsworth dijo: «Lo que hemos amado, otros lo amarán, y les enseñaremos cómo». Cuando fallamos en esta obligación, los problemas aparecen.
Necesitamos responder a esta cultura que lanza señales confusas a los jóvenes, una cultura que es agnóstica sobre lo que significa ser un hombre. Se requiere dar una idea clara y alcanzable sobre la masculinidad.
Los padres de la patria creían, y la evidencia así lo muestra, que el trabajo, el matrimonio y la región eran una base importante para que los hombres alcanzaran sus objetivos.
Podríamos decir a los numerosos hombres en los veintitantos, «dejen de jugar videojuegos cinco horas al día, reúnanse, consigan un trabajo que implique un reto y cásense». Es hora de que crezcan.
http://mexico.cnn.com/opinion/2011/10/09/opinion-por-que-los-hombres-estan-en-problemas-ante-el-avance-femenino?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+cnnmexico%2Fportada+%28Noticias%29&utm_content=Google+Reader
deberias leer el plan kalergi
exelente deduccion , es verdadera