Terremotos de hasta cuatro grados
Los últimos datos han alarmado a los científicos. En la zona ha habido movimientos sísmicos, de intensidades que llegaron a los cuatro grados en la escala de Ritcher. Estas sacudidas empezaron el año pasado y han ido aumentando, lo que parece un síntoma de que el Katla está empezando a despertar de nuevo.
Aunque Islandia no ha puesto en marcha sus mecanismos de defensa civil, los habitantes de la población más cercana, Vík, donde habitan 300 vecinos, ya han sido avisados de que podría ser necesaria una evacuación, según informa Iceland Review.
Expertos universitarios islandeses han reconocido que el peligro de una gran erupción es alto y han advertido que el Katla es mucho más peligroso que el Eyjafjallajökull, que el año pasado extendió sus cenizas por toda Europa, provocó un caos sin precedentes en las comunicaciones aéreas y afectó a millones de viajeros en todo el mundo.
Consecuencias aún peores
Esta vez, dada la potencia del Katla, las consecuencias pueden ser aún peores, afirman científicos citados por The Guardian. Cuanto mayor sea la tardanza de un volcán en explotar, mayor será también la magnitud de la erupción y estamos hablando de una montaña que no ha tenido actividad desde hace casi exactamente 93 años.
La policía y los servicios de urgencia de Islandia han recibido numerosas llamadas de personas asustadas, porque la última erupción de gran magnitud del volcán fue también en octubre, señaló Einar Kjartansson, del servicio nacional del meteorología.
Las imágenes de la cámara web situada en las cercanías del volcán no invitan al optimismo.