Michio Kaku es catedrático de Física Teórica de la Universidad de Nueva York, cofundador de la teoría de cuerdas y un popular divulgador científico de la BBC y Discovery Channel. Su popularidad crece en la red debido a sus esfuerzos por acercar los misterios cuánticos a una audiencia ansiosa por conocer más sobre este nuevo modelo teórico.
Os dejamos un vídeo de 5 minutos en el que explica qué somos exactamente de acuerdo al modelo cuántico. El universo es un misterio y parece que estamos aún muy lejos de aceptar las teorías demostradas de la física cuántica, en gran medida debido a la confianza ciega que la sociedad otorga al obsoleto método científico tradicional.
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Michio Kaku para mi es el mejor!
hello Michio Kaku, bueno mi pergunta es ñla Siguiente, si lo que hace a un ser humano crear una vibracion inconciente, lo cual lo hace un ser humano segun su teoria, si esto es creado por un subconsiente en virtud a la vida, que hace vibrar a la materia, como explica esto la fisica cuantica, y seria posible que la teoria de la antimateria; que no existe en este universo, tendria cierta conexion a la fisica cuantica, y tambien si todo lo resume el big bang con la relacion de ondas? y si hay alguna forma en este mundo para la manipulacion de este misterio, y si estariamos preparados para este descubrimiento. la verdad admiro y respeto mucho su teoria, pero creo que par la gente normal, esta explicacion que dió falta mucho para explicarlo mejor ya que es un poco dificil asimilar el resultado, bueno yo opino que lo imaginario ya esta hecho y se puede crear, solo falta decifrar la ilusión que esta muy lejos de la imaginacion pero es real como el sol, Bueno eso seria todo me despido esperando su respuesta, hasta pronto bye.
Estimado Fernando:
Usted parece dirigir la pregunta al profesor Michio. No se si este profesor leerá este blog.
Le voy a dar mi opinión. Somos seres conscientes formados por energía. Esa energía es una vibración, por la frecuencia de vibración de esa energía, seremos capaces de ser consientes de diferentes planos de realidad o densidades.
En la Tierra nuestro cuerpo vibra con una limitación de densidad 3D. Sin embargo, nosotros somos seres con una densidad superior (alma, Karma…) capaz de vibrar según su consciencia a otras densidades superiores.
Todos nosotros somos capaces al dormir, de visitar la densidad 4D y viajar al futuro el cual cambiamos y manipulamos, en nuestros sueños y en nuestros sentimientos, pero cuando despertamos no somos conscientes de esto.
Lo que hacemos realmente es elegir una frecuencia vibratoria que va a delimitar nuestra realidad. Las otras posibilidades existen también, con sucesos diferentes para nosotros y para todos.
Es lo que dice el profesor Michiu sobre que la vibración en realidad son posibilidades. La posibilidad se termina cuando la elegimos y ahí se forma nuestro futuro.
Nuestra elección de posibilidades va a afectar a todos y a todo.
Por eso nuestra evolución es a nivel de raza. Todos estamos interconectados entre nosotros.
Un saludo
Hola Fernando (y Maestroviejo)
Creo que la complejidad del tema que toca el Sr. Michio Kaku es tal, que ni siquiera los científicos pueden expresar sus ideas y teorías con claridad. En mi opinión, muchas de las cosas que dicen, están basadas en la fe… me explico: para que un determinado hecho pueda ser considerado «real» por la ciencia, este hecho tiene que poder ser «demostrado» y «comprobado» en condiciones tales que, cualquier persona, en cualquier lugar, y con los mismos medios, pueda observarlo y repetirlo de forma controlada, y generando los mismos resultados. Para que ésto ocurra, efectivamente tiene que haber ciertos «consensos». Cuando los científicos hablan de «materia», en la época de Newton se referían a algo sólido. Ese consenso (paradigma) cambió con la llegada de la física cuántica. Ahora la «fe» en la física cuántica los está llevando a dar explicaciones a fenómenos que satisfacen un poco más a todos, porque ciertos hechos «inexplicables» o no entendibles del todo, siempre quedan afuera de las leyes o teorías que formulan.
Esto no significa que el día de mañana, ante la formulación de otra teoría que explique la «realidad» de otra forma más abacativa y tal vez más elegante (palabra que les encanta decir) no echen por la borda lo que hoy están proponiendo. Imagínate que mañana alguien pueda calcular y predecir con exactitud dónde está el electrón X en determinado momento, sacarlo de un átomo, fotografiarlo y mostrárselo a todo el mundo… adiós física cuántica, ja ja… no creo que esto ocurra (no lo descarto) pero es sólo un ejemplo.
Tal vez lo más frustrante de la ciencia oficial que conocemos hoy en día (hablo en general, para todos o casi todos de nosotros) es que sea básicamente «materialista», y por eso descarte de plano investigar cuestiones que las personas se plantean con más urgencia, como ser ¿quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? … cuestiones que, por supuesto, han dejado en manos de la filosofía desde hace varios siglos.
Es por eso, tal vez, que nos sentimos «partidos al medio» en esta sociedad occidental y moderna: por un lado, quienes se dedican a las «ciencias» (palabra que por otro lado «secuestraron» para sí mismos) parten del supuesto de que para todo hay una explicación «racional». Sólo existe para ellos lo que puede ser medido, pesado, desintegrado en partes, calentado, procesado en laboratorios…. Por otro lado, las antiguas preguntas siguen ahí, rebotando en el inconsciente colectivo, sin respuestas aparentes…
Hace siglos, las preguntas de las personas eran otras, eran aquellas más filosóficas que hacía yo antes más arriba. Y quienes las respondían eran las religiones. El peso de esa «responsabilidad» lo tenían ellos, y por eso mismo tenían «el poder». Como nunca han podido satisfacer decentemente esas cuestiones (llegando al extremo de matar si no les hacíamos caso) las personas lentamente empezaron a mirar a los locos que se encerraban en laboratorios, quienes al menos empezaron a hacernos más sencilla la supervivencia diaria con sus inventos y descubrimientos. Ahora, frente a nuestras pantallas de computadoras, exigimos a esos mismos científicos que respondan a las difíciles preguntas que la religión no pudo responder. Cuando su educación académica y sus métodos no están ni preparados ni diseñados para ello.
Estoy tentado a pensar que en el futuro las cosas podrían seguir repitiéndose como hasta ahora, solo que podríamos reemplazar a los científicos por otra cosa (no sé, robots tal vez…) y andaríamos exigiéndole a esa otra cosa que nos diga ¿quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos?
El factor comun de todo esto es: la gente buscando AFUERA de sí misma la respuesta que siempre debieron buscar ADENTRO.
Hoy en día vas a ver a personas que esperan alienígenas, ovnis, asteroides, cataclismos, apocalipsis de todo tipo… solo porque esperan eso de «afuera» que responda a sus preguntas… o al menos los movilice de alguna forma a buscar. Buscan la excusa para encontrarle algún sentido a todo. Y vas a ver cómo los aprovechadores de siempre están ahí, al acecho, enturbiando las aguas, esperando que una migaja se caiga a su plato…
Creo que si en algo podemos considerarnos como niños (me refiero a la humanidad) es en esa tendencia -un poco cansadora ya- de esperar a PAPA DIOS que venga a redimirnos, a salvarnos del caos. Buscamos «evolucionar» a una 4º dimensión, ó 5º ó 6º…. no importa lo que busquemos, SIEMPRE ESTARA FUERA DE NOSOTROS. No importa qué maestro te lo diga, ni de qué forma te lo diga. Si nos dicen que la respuesta está adentro tuyo, siempre vamos a preguntar «PERO DIME, ESA RESPUESTA, ¿CUAL ES?»
En una película (La guía del autoestopista Intergaláctico) una supercomputadora (era una Apple!) pensó durante mucho tiempo la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida… creo que respuesta fue: 42…
¿qué tal si la ciencia no tiene ninguna respuesta? ¿qué tal si las religiones tampoco? ¿qué le pasaría a tu mente si descubres que no hay preguntas que responder, que nada tiene sentido? ¿piensas que estamos preparados para lidiar con eso? ¿que tal si descubres que estás soñando todo, que nada es real?
¿piensas que el Sr. Michio Kaku alguna vez pensó que le gustaría más despertar en Marte que HABLAR de lo que él cree que es el mundo? Mmmmmmmmmm………………….
Energía, consciencia, información, universos… son sólo palabras que usamos para intentar llegar a algún sitio, sólo porque nos enseñaron que todo tiene que tener algún sentido… pero ¿y si no lo tiene? ¿dejará todo de parecerme bello sólo porque no tiene sentido? ¿dejaremos de ser buenos? ¿lo usaremos como excusa para matarnos los unos a los otros?
De todas las cosas que viví, experimenté, o leí…. me quedo con una: sigue a tu corazón. Es la unión con el todo. Lo demás llega solo…
Saludos
Estimado Marcos:
Resulta muy agradable poder comentar con usted este tipo de temas tan trascendentales para todos y tan poco valorados por lo general.
Tengo que decirle que el método de comprobación que comenta es hoy poco práctico. El método científico ha sido superado y contestado por la teoría cuántica que establece que el observador altera el experimento a controlar.
Un ejemplo de esto lo tenemos en la famosa dualidad onda partícula de un electrón que puede comportarse de forma diferente, etc.
Por otra parte, estimado Marcos, creo sinceramente que la ciencia está mucho más cerca que antes de la espiritualidad y de la concepción del universo real que une lo que hasta ahora se llamaba filosofía o religión con lo científico.
Naturalmente, no todas las religiones soportan estos avances.
Hoy algunos de los fenómenos paranormales como la ubicuidad, son estudiados por la física cuántica.
Hoy sabemos que la famosa mariposa, puede alterar el universo entero, algo que antes era una absoluta herejía.
Hoy hablar de seres multidimensionales esta dentro de las teorías de la ciencia.
Pero hay algo, que creo es mucho mas revelador.
Cada vez más, la ciencia se va dando cuenta que el hombre y su ADN está conectado con este universo y que el papel y la importancia de cada uno de nosotros es mucho más trascendente de lo que la ciencia del método científico nos aportaba.
El hombre va despertando y se va dando cuenta de como funciona de verdad la estructura del universo y su energía creadora.
Pienso que la ciencia no debería tener la última palabra. La última palabra la debe de tener el hombre que debe tratar la ciencia, desde un punto de vista más trascendente y no tan materialista como hasta ahora.
Un saludo
Hola Maestroviejo. A mí también me gusta intercambiar ideas con Ud, aprendo mucho leyendo su blog. Y es verdad lo que Ud dice, hoy la ciencia tiene otra mirada sobre el Universo. Sé que el método ha variado un poco, y sé que ahora la ciencia sabe cómo influye el observador en el resultado de un experimento. Pero eso sólo ocurre a niveles cuánticos. En realidad ocurre a todo nivel, pero no todos pueden entender esa influencia. Quienes «se estudian» a sí mismos saben que «así como es arriba, es abajo». Pero esa no es una afirmación aceptada científicamente… bueno, creo que aún no.
Para variar creo que me expresé mal…
Lo que ocurre es hay una percepción un poco «desfasada» en las personas. La percepción de la gran masa de gentes no cambia tán rápido como puede cambiar un grupo de personas cuya información cambia casi constantemente. Es lo que los antiguos videntes llamaban «la modalidad de la época».
La percepción no es hecho aislado e individual, hay una «presión» externa -dada entre otras cosas por el entorno- que modifica lo que entendemos por «realidad». Esa presión externa y generalizada cambia mucho más lentamente para la mayoría, que para alguien que logra mover su percepción más allá de lo que esa mayoría «permite». Es un poco complicado expresarlo en palabras. En mi caso he podido experimentar con mi percepción, al punto de entender algunas cosas. Por ejemplo, he podido experimentar cómo era la percepción del mundo en las civilizaciones antiguas americanas. Sería muy largo y engorroso explicar el cómo lo hice, pero algo sabrás al recpecto 😉
Es tan diferente esa visión del mundo con respecto a la que tenemos en nuestra civilización actual, que me pareció por momentos estar en otro planeta, con otros parámetros totalmente distintos a los nuestros, otra conexión con el todo, muy distinta a lo que podemos siquiera imaginar que fue.
El choque de las dos culturas, la europea y la americana, aún hoy en día sigue produciéndose. Hay muchas personas, descendienes de aquellos pobladores originarios, que no pueden encajar la visión actual del mundo con que heredaron de sus ancestros. Es una lucha enorme la que están llevando a cabo, aún sin saberlo. No és sólo aprender a usar un automóvil, o un televisor, o una computadora. Su percepción no puede cambiar de la noche a la mañana, y no es una cuestión de lógica o ciencias lo que está en juego, sino que es algo inexplicable para nosotros, debido a nuestra casi total ignorancia de lo que es percibir «otra cosa» que no sea esto que percibimos.
Yo no digo que la ciencia sea obtusa. Es verdad, tal vez me expresé mal. Lo que quise decir en que las instituciones científicas se comportan a veces como las religiosas, y se prestan al juego de poderes bamboleándose para donde caen las monedas. Tanto en la ciencia como en la religión hay muchas personas que valen la pena por lo que hacen, de eso no tengo dudas.
Resumiendo, quise expresar que para la mayoría de las personas, la ciencia es algo que busca la verdad en lo material, porque aún tenemos en la mente al señor con delantal blanco observando un tubo de ensayo en un laboratorio. O quitando la mitad del cerebro de un chimpancé para ver si éste sobrevive… romper, colisionar, explotar, disecar, aún hoy en día son la base de la experimentación científica.
Si pudiéramos ver al planeta como un cerebro humano, podríamos decir que occidente es un hemisferio y oriente el otro. Y mientras en oriente la cosmovisión del mundo es más integrada y abarcativa, desde hace milenios tal vez, la de occidente es más atomizada. La medicina occidental recién hoy se está dando cuenta que un dolor no es una enfermedad en sí mismo, sino que es tal vez un síntoma. Mientras que un médico oriental lo ve como un desequilibrio de energías, en el cuerpo y entre el cuerpo y su medioambiente. Creo que las dos visiones se complementan y no son excluyentes.
Y creo que tal vez habría que investigar más sobre la percepción… estoy absolutamente convencido que si se les da a las personas la posibilidad de experimentar otra realidad, todo lo absoluto que tiene nuestra visión del mundo se va a tambalear, seguramente. Si alguna vez las «instituciones» científicas dejan de lado sus ambiciones de poder y regresan a sus fuentes, al amor por la sabiduría y el conocimiento, el antiguo conocimiento del mundo y el actual podrían fusionarse y sumarse… ese cambio es el que estoy esperando.
Gracias por dejarme opinar Maestroviejo. Y lástima que a la mayoría de las personas estas cosas no les resulten interesantes 😉
Estimado Marcos:
Como ya le dije un auténtico placer.
Es totalmente cierto lo que dice de la percepción del mundo. Efectivamente en nuestra sociedad ha cambiado mucho.
En primer lugar las personas pocas veces miran al cielo. Entre la contaminación lumínica y la otra parece que la realidad sólo se encuentra en el suelo.
Tampoco se mira el horizonte. El diseño de las ciudades y las máquinas digitales nos han acortado la profundidad de visión.
Ahora parece que sólo vemos lo que tenemos delante de las narices.
Esto hace que nuestra percepción sea superficial, rápida y poco rica en detalles, dado la gran cantidad de estímulos que constantemente registramos.
Todo esto afecta naturalmente a la forma de pensar. Nuestra percepción es básica para nuestro pensamiento y sensaciones. Además hay que tener en cuenta la velocidad, el ritmo trepidante.
Cuando aprendemos a conducir nos parece increíble poder atender a tantas cosas a la vez, luego lo haces de forma automática, pero eso te condiciona tu estado. El famoso mal humor de los conductores en los atascos de la ciudad resulta elocuente.
Por el contrario tenemos, en las culturas anteriores a un hombre que iba a pie o en carro. Acostumbrado a mirar al cielo, al horizonte. Con un paso sosegado que invitaba a fijarse en los pequeños detalles reveladores.
Está claro que la percepción determina nuestro estilo de vida.
Un saludo