El temblor alcanzó una magnitud de 5,2 grados, según el observatorio de Kandilli. Los informes preliminares aún no mencionan víctimas o daños.
El epicentro del terremoto fue ubicado en el poblado de Mollakasim, situado al noroeste de Van.
Los dos terremotos previos, ocurridos el 23 de octubre pasado (7,2 grados) y el 9 de septiembre (5,7 grados), causaron derrumbes y muertes en la ciudad de Van, que se convirtió prácticamente en una «ciudad fantasma», según el gobernador local, Munir Karaloglu.
Bajas temperaturas
Muchos residentes de la zona de Van la han abandonado debido al temor por nuevos colapsos de edificios dañados por la serie de terremotos.
«Prácticamente ninguna de las edificaciones está actualmente en uso», afirmó Karaloglu. Los damnificados por la tragedia sufren el frío que azota a la región oriental de Turquía y carecen de suficientes mantas o ropa de abrigo, aseveró.
Las temperaturas han descendido durante las noches a -15°C en ciudades como Ercis, donde se han registrado casos de muertes de niños debido a neumonía.
Varios países, incluyendo a Estados Unidos e Israel, han enviado tiendas y casas prefrabricadas para tratar de paliar la emergencia.