Las matemáticas nunca fueron el fuerte de Peter Anthony; quien fue un artista desde joven. También era agnóstico. Así que cuando tuvo una profunda experiencia espiritual cercana a la muerte, surgió de allí fuertemente un acercamiento a las matemáticas, que cambió todo su mundo.
Fue a finales de los años 80, Anthony tenía tuberculosis y el tracto intestinal roto. Como su enfermedad no se curó debido a un diagnóstico erróneo, su salud se deterioró rápidamente y literalmente vio una luz brillante al final del túnel.
Lo primero que vio fueron códigos matemáticos
Él dijo: “Cuando crucé hacia la luz, lo primero que vi fueron códigos matemáticos”. “No fui capaz de digerir esta información”. No eran sólo números y ecuaciones, sino que al mismo tiempo eran música y color como nunca antes los había visto ni escuchado.
Trató de explicar cómo eran los sonidos, vacilando para encontrar las palabras adecuadas: “Eran voces, pero fue casi como si escucharas siempre la Misa de Réquiem de Mozart en Do Menor y justo llegas al clímax, un cierto punto cuando lo sientes increíble. Toda esta música estaba sonando llena de colores…, los colores más sutiles que ni siquiera puedo comenzar a describirlos”.
Él tomó la decisión de volver a la vida
Dijo que habló con Dios durante su experiencia cercana a la muerte. Tomó la decisión de volver a la vida; miró el mundo y todos sus problemas sin juicio pero con un entendimiento más profundo.
Durante su larga y difícil recuperación de la enfermedad, Anthony se consoló en el “encanto de brujas” como él llamaba en broma a estas comprensiones y entendimientos místicos. Para él era profundo, pero para otros era una locura.
“Bien podría haber dicho a mis amigos o terapeuta: ‘Me secuestraron en un OVNI y cené con Pie Grande’. Fue así como ellos me miraron”, dijo él. “Fui más introvertido, porque nadie me escuchaba. Nadie quería hablarme de lo que había experimentado”.
También dijo que cambió de otras maneras. Dijo que sus sentidos se intensificaron. Lo asocia con un lobo gris que caza en el desierto de Alaska cubierto de nieve, su olor, oído, y vista son agudos mientras se centra en su presa.
Pero cuando se sentó en el familiar caballete con sus pinturas, sintió extraño al pincel en su mano
Para él, el arte había sido una parte natural durante toda su vida. Trabajó con una amplia variedad de medios, desde acuarelas hasta arcilla. Estaba estudiando para ser un maquillador de efectos especiales, mientras trabajaba para celebridades como consultor de imagen.
Pero después de su experiencia cercana a la muerte, la creación artística le pareció extraña. Todavía podía pintar o esculpir un poco, pero sentía que su talento se desvanecía rápidamente.
Fue reemplazado por otra pasión. “La adicción a los números”, dijo. Empezó a investigar las matemáticas y antiguas numerologías.
Sintió un mayor significado que emanaba de los números; no se trataba simplemente de triviales cálculos mundanos.
“Empecé a ver todo lo matemático como una forma de comunicación desde el otro mundo”, dijo. Mencionó que su capacidad para absorber la información de los números era muy fuerte, era un poder psíquico.
Para ayudar a resolver crímenes comenzó a usar sus nuevas habilidades numéricas
Anthony vivió una doble vida. Continuó su trabajo de consultoría y también comenzó a trabajar con el departamento de policía investigando crímenes.
El primer caso en el que trabajó fue un asesinato. Los números que rodearon al asesino al momento de la matanza, el número de la casa donde ocurrió aquello, él recogió información. Le llegó en destellos.
“Imagina que estás viendo un DVD y avanza rápido”, dijo Anthony. “Aún sigues viendo cosas porque lo estás enviando rápido, estás tratando de interpretarlas, pero realmente no sabes lo que está pasando. … Estos destellos seguían viniendo una y otra vez y finalmente obtendría lo que yo llamo ‘un video completo’ de lo ocurrido”.
Mantuvo en secreto su trabajo paranormal, a su familia y amigos, pero finalmente se enteraron
Él apareció en programas de televisión como “observador”, y eventualmente la gente en su vida a quien había mantenido en secreto acerca de su “encanto de brujas”, se enteraron de lo que hacía la bruja. De 1992 a 2007, a nadie le había dicho que era un investigador paranormal.
Cuando ellos se enteraron, dijo fue liberador para él. Aunque fue doloroso soportar las críticas de sus amigos y familiares, había encontrado a mucha gente que tenía experiencias similares y lo entendían.
La Asociación Internacional de Estudios Cercanos a la Muerte (IANDS) le ayudó a liberare
Recordó su primera reunión en IANDS, deteniéndose con frecuencia cuando le sobrecogían emociones de la memoria: “Entré a una habitación de personas que habían muerto y me quebré en llanto. Imagínense todos estos años de haberlo dicho: ‘No, no sucedió. Era la anestesia, eran las drogas”, una y otra y otra vez. Y tú sabes dentro de tu corazón lo que viste, eso es verdad, y todos dicen ‘No’. Ahora, yo estaba en una habitación, no sé cuántos estaban ahí, tal vez unas 50 personas y todos ellos tuvieron algún tipo de experiencia cercana a la muerte”.
Él ha hablado con otros que han estado cercanos a la muerte y que fueron casi aplastados por su soledad antes de encontrar a otros que los escuchen sin burlarse.
Algunos recurren al alcohol, otros a las drogas, otros intentan suicidarse, dijo. Una mujer que conoce ha estado cerca del suicidio varias veces porque su experiencia cercana a la muerte había cambiado su comprensión de la vida de tal manera que sus familiares no lo pueden aceptar; no encaja en sus creencias religiosas, esto le hace miserable la vida hogareña.
“No me importa lo que la gente piensa de mí”, dijo Anthony. “Me han llamado un actor de circo, un falso, me han maltratado”.
Incluso si la gente no le cree, espera que hablar de su experiencia pueda ayudar a otros
Para él, vale la pena soportar el ridículo al compartir ampliamente su experiencia, si al hacerlo, puede ayudar incluso a otra persona que ha tenido una experiencia, a cómo encontrar consuelo. Por esta razón él ha escrito dos libros, “Key Master” y “The Accidental Prophet”.
Dijo que es de esperar que las personas que no hayan experimentado por sí mismos no lo entiendan, y no les culpo. Es como tratar de describir una película increíble a alguien; la descripción siempre estará muy lejos de la experiencia.
Al igual que muchos otros que han experimentado estar cerca de la muerte, enfrentar a la muerte le ha dado a Anthony una nueva apreciación de la vida. “Comienzo mi día con gratitud y termino con gratitud. Yo digo: ‘Gracias por darme una segunda oportunidad’”.
Fue reconectado. Un abrazo.