Una vez leído el estudio se constata en el mismo que no menciona nada de ningún meteorito, ni metal de un meteorito.
El elemento presuntamente extraterrestre es Iridio, que se encuentra presente en la Tierra normalmente.
Otra de las incongruencias del artículo es que el tratamiento lo que hace no es eliminar las células cancerosas sino extresarlas.
El periodista que acudió a la charla del descubrimiento de la terapia, escuchó «campanas» iridio y que este se encuentra en algunos meteoritos, y realizó una deriva del artículo que nada tiene que ver con el titular.
Simplemente asistimos a la presentación de los resultados de una investigación más sobre el cancer.
maestroviejo
Por RT
Una investigación científica descubre una manera de eliminar células cancerígenas con la ayuda de un metal precioso.
Las células cancerígenas pueden ser destruidas con la ayuda de un metal procedente del asteroide que podría haber provocado la extinción de los dinosaurios en la Tierra.
Esta es la teoría que refleja un estudio realizado de manera conjunta por universidades de Reino Unido y China, cuyos investigadores lograron eliminar células oncológicas al llenarlas con oxígeno energéticamente excitado con iridio.
Este elemento químico se encuentra presente en la corteza terrestre desde hace alrededor de 66 millones de años, con lo cual algunos científicos consideran que llegó a nuestro planeta junto al asteroide que habría causado la desaparición de muchos animales prehistóricos.
Metales preciosos
El platino “se utiliza en más del 50 % de las quimioterapias” y otros metales preciosos, como el iridio, tienen un gran potencial para elaborar “drogas dirigidas que atacan a las células cancerígenas de manera completamente nueva y combaten la resistencia”, por lo cual ofrecen una prometedora perspectiva que podría minimizar los efectos secundarios negativos, destacó Peter Salder, uno de los autores de esta investigación.
En concreto, este método consiste en introducir un compuestocon partículas de iridio en un tumor y, posteriormente, utilizar un láser a través de la piel en la zona cancerígena. Esto desencadena un proceso que libera el oxígeno excitado dentro de las células malignas hasta causar su destrucción.
Un arma selectiva
Durante su experimento, estos científicos utilizaron la muestra de un cáncer de pulmón que ‘bombardearon’ con un haz de luz rojo para activar el compuesto con iridio que le habían introducido. Como resultado, todas las células oncológicas fueron destruidas, mientras que el proceso no afectó a las sanas.
Esta investigación supone “un salto” en los esfuerzos por comprender el funcionamiento de los compuestos anticancerígenos de este tipo e “introduce diversos mecanismos de acción” que apuntan a vencer la resistencia “y atacar el cáncer desde diferentes ángulos”, afirmó Cookson Chiu, coautor del estudio.