El embajador de Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, envió cartas a varias empresas del país germano con un simple mensaje: si siguen en el proyecto Nord Stream 2, van a enfrentarse a sanciones.
Luego, Grenell expresó que las exportaciones de gas a través de Ucrania perderán importancia por la introducción de los gasoductos Nord Stream 2 y Turk Stream, lo que, según el diplomático, hará que el país eslavo pierda su peso en la política de seguridad y que aumente el riesgo de intervenciones por parte de Rusia.
La iniciativa de introducir medidas económicas parece natural, pero está claro que Washington no busca introducir sanciones reales, sino que recurre a este tipo de retórica para tratar de conseguir sus metas, explicó a Sputnik el jefe del Departamento analítico del Fondo Nacional de Seguridad Energética, el analista ruso Alexandr Pásechnik.
«No veo ningún problema que pueda frenar la realización del proyecto Nord Stream 2 porque ya está completada más de una tercera parte marítima de este gasoducto. En este sentido, todas estas iniciativas estadounidenses parecen haber tardado mucho», declaró.
Según el experto, tanto los políticos como los empresarios vieron estas acciones de la Embajada de EEUU con sorpresa. La meta de este comportamiento es crear incertidumbre y dejar perplejos a los participantes del proyecto, sobre todo a la parte alemana.
Las sanciones no son un obstáculo
El comportamiento de la misión diplomática norteamericana causó un fuerte repudio en Rusia. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, declaró que este enfoque forma parte de un programa que tiene como objetivo contener a Rusia que se ha estado realizando desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, en general, todos entienden que el proyecto Nord Stream 2 será completado incluso en circunstancias difíciles, señaló Pásechnik en su diálogo con Sputnik. La parte rusa tiene recursos financieros para completar el proyecto, incluso bajo el régimen de las sanciones, agregó.
«Si Trump es una persona políticamente madura, entonces debería entender que la implementación de sanciones no es lógica. Es que una vez que el presidente las introduzca, va a perder puntos políticos. Por eso, es probable que la parte norteamericana no ponga trabas al funcionamiento del proyecto Nord Stream 2», destacó el analista.
Moscú ya ha tomado en consideración las lecciones en la realización de Nord Stream, indicó, y usará esta experiencia en el segundo proyecto.
Una isla rusa en Europa
A principios de este enero, Rusia marcó otro hito en su independencia energética al introducir una unidad flotante de almacenamiento y gasificación. En otras palabras, un buque que almacena gas natural licuado. Además, entró en servicio un punto marino de recepción de gas.
Estos dos establecimientos han hecho que el enclave ruso en Europa no dependa de los suministros de gas a través del gasoducto que pasa por los territorios de Bielorrusia ni del miembro de la OTAN, Lituania.
La ceremonia la protagonizó el presidente ruso, Vladímir Putin, quien subrayó que la seguridad energética de la región de Kaliningrado ha sido el foco de atención del Gobierno ruso en los últimos años.
«Rusia consiguió la independencia energética en la región de Kaliningrado. El problema está resuelto. Ahora si aparecen problemas con el tránsito de gas, Moscú utilizará una alternativa, su propio sistema independiente», puso de relieve Pásechnik.
Para el analista, la construcción de un ramal del gasoducto Nord Stream hacia Kaliningrado teóricamente es posible, pero por ahora este tema no se discute. Por el momento, no existe la necesidad de introducir la tercera alternativa pero, al mismo tiempo, esta opción no debe ser excluida, concluyó.